José García Liñares reconoce que la gestión de la actual junta directiva de la FGF no se traducirá materialmente en la provincia mientras no se resuelvan situaciones más perentorias en otras capitales. Una nueva sede federativa y un campo de fútbol serían las actuaciones para el futuro: "Algo hemos barajado con las autoridades que nos tendrían que ceder el terreno, bien sea el Concello o la Diputación, pero es prematuro", explicó el presidente de la Gallega. "Afortunadamente el local de la federación de Ourense no es de los peores, al revés, está bastante bien, y la instalación deportiva vendría bien, pero alguna tiene que esperar", matizó. García Liñares también se refirió a la pretensión del Pabellón de organizar la final de la Copa del Rey de juveniles (la Copa de Campeones se celebrará en Vigo) y se mostró optimista sobre la posible concesión en caso de que se resuelvan los escollos burocráticos que plantea la celebración de este torneo. En cuanto al motivo de la visita a Oira, el presidente de la Federación indicó que, de acuerdo con el presidente del comité de entrenadores y a petición del delegado federativo en Ourense, José Luis Cachaldora, y del vicepresidente primero de la FGF, Plácido Díaz, se tratará de hacer más accesibles los cursos de monitor de fútbol y fútbol sala: "Animamos a los alumnos a seguir, porque están en la antesala del Nivel 1 y porque en Ourense hay un déficit de futuros entrenadores de fútbol. Se achaca un poco a que hay que ir a Pontevedra o A Coruña, por lo que si se cumple el número mínimo de alumnos (en torno 25 personas) lo vamos a intentar hacer en Ourense. En vez de que los alumnos se acerquen a los profesores, que sea al revés".