El entrenador del Club Ourense Baloncesto, Rafa Sanz, considera que su equipo encontró su mayor talla competitiva ante un favorito al ascenso a la Liga ACB. Al cumplirse la primera premisa, hay derrotas que refuerzan. "Por mucha que sea la diferencia clasificatoria entre Alicante y nosotros, hasta los últimos cinco minutos pareció que podíamos tener chance y plantarles cara. Perdíamos de dos puntos y habíamos conseguido lo más difícil, que era llegar con chance al final", explicó el técnico cobista sobre el encuentro en el Centro de Tecnificación.

Al cordobés solo le sobró la mitad del último cuarto: "En esos minutos han jugado muy bien, se han pasado muy bien el balón, han utilizado todas las vías de anotación posibles, desde el bloqueo directo, la división, las continuaciones y el rebote, y han completado cinco minutos fantásticos. Nosotros no hemos opuesto la resistencia máxima que había que oponer para tener opciones". El desenlace estropeó la tentativa de hazaña: "Nos vamos con un sabor de boca agridulce, viendo que hay una diferencia a favor de ellos en muchas cuestiones, pero el equipo durante muchas fases del partido no ha sido una comparsa, no ha sido indolente, al contrario, aún asumiendo nuestras deficiencias, hemos plantado cara y hemos jugado un partido digno".

Los 83 puntos que los cobistas le anotaron a una defensa en fase creciente confirmaron el buen trabajo realizado: "No hemos planteado el partido de una manera conservadora. Eso conlleva sus riesgos, y es que casi encajamos 100 puntos, pero lo que no pretendimos, porque no nos iba a salir, era venir aquí a perder de pocos. En ese juego de cuerpo a cuerpo, más de contacto, de cinco contra cinco, tienen más argumentos. No tenemos la misma envergadura física y saldríamos con pocas opciones, como los últimos rivales de Lucentum, con marcadores más cortos pero más claros", explicó Sanz.

El entrenador solo matizó sus elogios cuando se refirió a los minutos finales: "Hemos arriesgado a costa de encajar alguna canasta fácil, nos ha faltado una mayor actividad defensiva y una mayor responsabilidad para evitar tan alto porcentaje en tiro de dos de ellos, pero lo que no queríamos era asumir la derrota de antemano. En los planteamientos también va el mensaje y nuestra intención era plantarles cara. Durante muchos momentos lo hemos hecho bien y nos ha faltado el toque de ambición final, los últimos cinco minutos. Eso no lo hemos tenido".