Sin la protección del Paco Paz Paz, la cesta en la que el Club Ourense Baloncesto pone todos los huevos, el conjunto que entrena Rafa Sanz dispone hoy de la penúltima oportunidad para atenuar su dependencia de las victorias domésticas. A las 12.30 horas juega en Alicante en busca de un triunfo improbable, pero también lo era en la primera vuelta y se lo quedó.

Los anfitriones están avisados, quizás enrabietados todavía, y son mejor equipo que el pasado mes de noviembre. Encadenan cuatro victorias desde la defensa, encajando una media de 64,5 puntos, y ante el COB aspiran a igualar la mejor racha de la temporada y a asegurar el mejor billete posible para los play offs una vez que Andorra y Burgos ya son inalcanzables.

Los dos equipos saltarán a la pista con las secuelas de los esfuerzos acumulados. Los entrenadores manejan dos ases en la manga para contrarrestar los problemas físicos. El COB presentará en Alicante a Ashton Gibbs, que causó sensación en un debut en el Pazo que resultó crucial para el triunfo en el clásico contra el Breogán. En los locales, su entrenador, Rubén Perelló, confía en que se repita la gran actuación de Shaun Green en la pasada jornada con 34 puntos anotados, aunque las expectativas de victoria se sustentan sobre la fortaleza que ha demostrado el bloque en el último mes. El técnico del Lucentum ha prevenido a sus huestes de los peligros que entraña acaparar el favoritismo. Quiere aparcar la clasificación y que su equipo y la afición, que tendrá incentivos para acudir a la pista, estén preparados para el ejercicio de fe ciega al que está forzado el COB: