El Ourense ha salvado el primer escollo que le impide disponer de las subvenciones que le han asignado las tres administraciones públicas para el año 2013. La directiva acaba de alcanzar un acuerdo con Facenda para la devolución de los 90.000 euros que reclama el Consello de Contas de la Xunta de Galicia por una subvención concedida en el año 2005 y que fue justificada irregularmente.

El acuerdo contempla un fraccionamiento de pago para los próximos dos años y medio (a razón de 3.000 euros mensuales). De esta forma, el Ourense ha obtenido el primero de los certificados que acreditan que no tiene deudas con la administración para recibir dinero público. También están bien encauzadas las negociaciones con la Seguridad Social y la gran batalla se libra con el mayor acreedor, la Agencia Tributaria.

El vicepresidente del Ourense José Ramón Fernández Morgade confirmó ayer que en Hacienda están remisos a conceder nuevos aplazamientos. El mensaje que se repite en A Coruña echa en cara los "incumplimientos de directiva tras directiva" en las últimas temporadas. "Hay una desconfianza importante, pero estamos en negociaciones y les pedimos que nos den una oportunidad porque el problema puede solventarse", explica Morgade.

La directiva esgrime la línea de gestión solvente que se ha implantado en el Ourense y el apoyo que ha recabado el club en la ciudad para pedir un voto de confianza al mayor acreedor (le adeudan alrededor de 900.000 euros con los intereses). Hacienda podría exigir un plan de pagos con condiciones leoninas para conceder el certificado que liberará la subvenciones, pero en O Couto están dispuestos a sacar adelante el ejercicio económico. "El Ourense está demostrando que funciona, hay detrás una masa social importante, se están haciendo las cosas bien y sería triste que Hacienda dijese que no", expone Morgade.

En el caso de que se cumplan los mejores pronósticos, el Ourense podría recibir en el mes de abril la subvención de la Diputación, que asciende a 127.000 euros -es la misma cantidad que llegó a las arcas del club la pasada temporada en Tercera División a pesar de las promesas de aumento que se hicieron en los festejos del ascenso-. Con ese dinero la directiva podría hacer frente a los compromisos con la plantilla y el personal, la prioridad que se marcaron estos gestores desde que llegaron al club el pasado verano.

Los ingresos por socios, taquillas y publicidad permitieron al Ourense cumplir puntualmente hasta febrero, pero para el tramo final de la temporada las ayudas institucionales son indispensables para evitar el colapso y otro verano angustioso.

El club también podría ingresar a corto plazo la subvención que concede la Secretaría Xeral para o Deporte a los equipos gallegos de Segunda B y el contrato con la televisión autonómica. En un horizonte más lejano se sitúa la otra gran aportación institucional. No hay visos de que se aprueben antes del verano los presupuestos del Concello, por lo que esa ayuda -cuyo montante todavía se desconoce- tardará en hacerse efectiva salvo que se opte por la solución del año pasado, una modificación de crédito aprobada por el extinto gobierno bipartito y promovida por el entonces edil de Deportes, Fernando Varela.

"Sabemos que un club como el Ourense no puede vivir de las subvenciones, pero hemos trabajado mucho en la calle, involucramos a mucha gente para que esto salga adelante, y sin ese dinero se acabará todo", indicó el vicepresidente Fernández Morgade como prólogo de una semana en la que el Ourense jugará otra final en los despachos.