Los dos entrenadores coincidieron en justificar con el estado del campo la escasa vistosidad del encuentro. "Era difícil jugar al fútbol porque el campo está como está y las opciones tenían que venir en errores o a balón parado", explicó Félix Sarriugarte. El técnico del Oviedo considera que el plan de ataque tuvo que reducirse al balón parado: "Tocamos muchos balones en las estrategias y ha estado a punto de desequilibrarse la balanza. No hemos cometido errores atrás, pero arriba cuando intentamos buscar algo más no se pudo tener un punto de precisión".

El entrenador no se marcha disconforme con el punto: "El trabajo del equipo ha sido encomiable de principio a fin. Con el paso de los minutos tuvo más ambición y el Ourense, que tiene muchos argumentos arriba, ha jugado a la contra y no nos ha generado excesivas ocasiones. Es un buen punto, pero veníamos a por más y nos queda esa sensación de que quizás con un campo en mejores condiciones podríamos haber sacado la victoria".