El Ourense abre el antepenúltimo mes de liga con un desafío a la lógica. Los rojillos abordan esta tarde en el estadio de O Couto al Real Oviedo, un visitante de otra dimensión al que el fútbol ha puesto a la misma altura para la ocasión. Los asturianos llegan segundos, lejos del bonus que ofrece el título en la promoción y con los perseguidores en los talones. Por recursos, metas y obligaciones tienen las de ganar, pero los de Luisito casi nunca han sido presa fácil.

El Ourense completó con su triunfo en Mareo su segundo mes invicto en el campeonato (noviembre también fue redondo) y los plazos de la permanencia están en orden. A la salvación solo le faltan flecos, pero a la liga le sobran alicientes y conquistas para adornar el expediente. A los rojillos se les resiste la victoria sobre los que van por delante. Han sido implacables con los más débiles y con la mayoría de los filiales y sumaron empates de prestigio en el Tartiere y en el Helmántico. También lo rozaron en el Heliodoro Rodríguez López, pero la caza mayor les sigue vedada.

Luisito recupera para el intento a Jaime Noguerol, motor del plan de ataque en la primera parte de la competición. El verinense se ha perdido los últimos cinco partidos como periodo de cura para su tobillo y esta tarde podría recuperar la titularidad. Si el técnico le prefiere para el segundo tiempo, Yago Sanginés y Borja Valle son las opciones para completar un plan de ataque que acaba en Óscar Martínez. El de Taboadela pone a prueba su olfato ante el equipo que le rescindió el contrato en enero.

No habrá retoques en la defensa porque el Ourense está mejorando sus registros de solvencia defensiva en la segunda vuelta. Desde hace siete partidos, Josu y Claudio en los flancos y la pareja de centrales formada por Portela y Capi se ocupan de proteger la portería de Pato. Luisito entiende que el desenlace del partido girará en función de lo que suceda en las áreas. No quiere concesiones ante un rival bien armado a pesar de la ausencia de dos pesos pesados de su plan de ataque, Diego Cervero y Manu Busto.

El Oviedo tomará los riesgos justos, por lo que dejarse adelantar en el marcador podría ser irreparable para un Ourense que aspirará a controlar la posesión. Aunque no habrá barro por primera vez en meses, la superficie dista de ser la adecuada para construir. Yebra, restablecido a base de calmantes de sus molestias en la zona del hueso sacro, Álex Fernández y Adil harán de bisagras para mantener el equilibrio en una tarde de emociones fuertes.