El joven piloto cangués Martín Riobó comenzó ayer su andadura en el mundial 2018 en categoría de Trial 125 con un segundo puesto en la prueba inaugural, disputada ayer en Campodrón (Girona). La competición estuvo marcada por la fuerte lluvia que cayó en mitad de la competición, que dificultó el pilotaje en una zona montañosa y de rieras.

El trazado constaba de 15 zonas distribuidas a lo largo de 23 kilómetros, en la zona de los Pirineos, y que los pilotos debían recorrer dos veces. El vencedor fue el británico Billy Green (con una moto Beta), que tuvo la fortuna de salir antes de que empezase a llover y de que cambiasen las condiciones del circuito. Por contra, Riobó ya se encontró con unas circunstancias diferentes y le penalizaron. Acabó la primera vuelta con 21 puntos y la segunda con 23, para sumar un total de 44. El podio lo completó el francés Arthur Rovery, que se quedó a un punto del cangués.

El resultado de ayer fue muy bien acogido por parte del piloto y de su entorno porque significa arrancar con un podio, aunque también tenían la sensación que sin la presencia de la lluvia Martín Riobó quizás hubiese podido optar al primer cajón del podio.

El joven ya piensa en el siguiente reto, que será el próximo fin de semana en Polonia con la segunda prueba puntuable para el Campeonato de Europa. Será en la localidad polaca de Krzeszowice, muy cerca de Cracovia. En la primera cita Martín Riobó comenzó con un triunfo en el ParcMotor de Castellolí, en Barcelona, e intentará repetir sensaciones y actuación en tierras polacas.

Motegi

El piloto, que compite con moto oficial de la casa Gas Gas, apenas tendrá tiempo de descanso porque el siguiente fin de semana viajará a Japón para la segunda prueba del mundial, que será en la localidad de Motegi. En esta ocasión la exigencia aún será mayor porque la prueba se prolongará todo el fin de semana.