Tres derrotas en los últimos cuatro partidos han frenado un tanto la excelente trayectoria del Alondras en la presente temporada. Lejos de significar un descenso en su rendimiento, los males de los cangueses se centran especialmente en la falta de puntería, que los ha llevado a rebajar de forma considerable sus registros goleadores. Si en los 28 encuentros anteriores el equipo rojiblanco había anotado 45 dianas (a un ritmo de más de 1,5 por partido), en las últimas cuatro citas solo se ha marcado dos tantos, y ambos llegaron en los momentos finales de los choques (Álex Rey en el 85 ante el Boiro y Gabri en el 90 frente al Barbadás).

Antonio Fernández admite el bajón "en cuanto a estadísticas, pero no en cuanto a sensación de peligro. Ante el Villalbés pudimos haber ganado fácilmente; En Boiro pudimos empatar o ganar, y ante el Compostela también. Generamos mucho, llegamos con una facilidad pasmosa al área rival, pero después no tenemos esa definición". Y es que para el preparador las ocasiones que está teniendo su equipo en las últimas jornadas "son clarísimas".

En la sequía anotadora del equipo tiene que ver también la que está experimentando Jonás Caride, fichaje de invierno procedente del Domaio de Primera Autonómica. Si su eclosión fue espectacular (6 tantos en otros tantos encuentros) ahora pasa por un momento de menos acierto y lleva otras seis jornadas sin ver puerta. Su última vez fue el doblete ante el Silva. Desde entonces la cuenta se ha quedado estancada.