Finalizado ya el XIX Medio Maratón Gran Bahía Vig-Bay la organización ya se ha puesto manos a la obra para poner en marcha la celebración de la 20ª edición, una fecha muy especial y que vendrá cargada de emociones.

La prueba pone rumbo a las dos décadas de excelencia y quiere premiar a sus corredores con la opción de disputar, solamente en 2019 como algo excepcional, un maratón. Será una Vig-Bay multiplicada por dos, pero su recorrido no será, como muchos vaticinaban, de ida y vuelta. "No acabará en Vigo", anuncia la directora de la carrera, Pilar Ruiz.

Es más, la XX Vig-Bay se mantendrá fiel a su filosofía de "a toda costa", por lo que no incluirá trayectos por carreteras interiores. Una vez llegados a la meta de Baiona el domingo, empieza la ilusión, y también las especulaciones, sobre el año que viene, en el que hace acto de presencia el maratón.

"Estamos viendo las opciones para el circuito del maratón. La Vig-Bay es Vigo-Baiona, eso está clarísimo", matiza. "La Vig-Bay va de Vigo a Baiona", insiste. A partir de ahí se abren "varias opciones". "Los circuitos no se hacen al gusto del organizador, sino al gusto de todos los implicados, desde los ayuntamientos por los que pasa a las fuerzas de seguridad implicadas en la prueba", señala Ruiz.

La esencia de la Vig-Bay seguirá presente. "Ya he oído que si la íbamos a meter por la carretera de arriba, muchas cosas raras. Que nadie se líe. Será de Vigo a Baiona y manteniendo un circuito lo más pegado al mar posible. Lo que sí ya es seguro es que la carrera el año que viene será el 7 de abril", apunta.

Sí que se ofertará la doble opción de hacer el medio maratón o el maratón. En este sentido, se baraja retrasar la hora de salida del medio maratón, para coordinar ambas carreras, pero los detalles y preparativos aún se encuentran en su fase inicial.

La organización también estudia en cuántos corredores fijar el límite de participantes en la prueba de 42 kilómetros. "Estamos muy sorprendidos de la cantidad de gente que ya nos ha comunicado su intención de disputar el maratón", dice Pilar Ruiz. "Hay un grupo enorme de gente que quiere estrenarse en la distancia en la Vig- Bay", dice con orgullo. "Sí iremos con un número cerrado por temas de logística. No queremos que se nos vaya de las manos, así que estableceremos un número máximo", dice sin querer confirmar una cifra. "Necesitamos una reunión importante con los cuerpos de seguridad para hablar del volumen de gente que podemos meter. No por querer hacer algo muy grande se te va a ir de las manos y puede ser, incluso, peor", concluye.

Una de las máximas obsesiones de la Vig-Bay es la seguridad de sus participantes y de los espectadores de la carrera. Con el paso de los años, la prueba alcanza la excelencia en este punto. La coordinación entre los cuerpos de seguridad y la organización es tal que no hay ni un detalle que esté fuera de control.

Pilar Ruiz tiene claro que ésa es también una de las señas de identidad de la prueba. Este fin de semana un corredor sufrió una parada cardíaca en el medio maratón de Madrid. En el de Berlín, la policía frustró un intento de atentado. Por eso, en una cita multitudinaria y de estas características no hay ni un solo detalle que pueda estar sin control. "Para nosotros es vital cuidar al corredor", apunta "Ayer (por el domingo) había un dispositivo de seguridad bestial. Todos los cuerpos de seguridad están muy volcados con la Vig-Bay y creo que ese es otro de los factores del éxito de esta prueba", indica. "Hemos ido creciendo todos con la carrera. Esto es un equipo de muchísima gente sin la que esto sería imposible de realizar". El mérito es también, para Pilar Ruiz, "de los participantes". "Esto es una cadena, cada uno es un eslabón; nosotros tratamos de coordinar y darle forma al tema", apunta.

Pilar Ruiz relata las cifras de esta edición, casi como un salmo: "Exactamente fueron 5.012 los inscritos, 4.327 tomaron la salida entraron en meta 3.922". Apenas alguna incidencia por bajadas de azúcar o algún mareo.

Nada más grave que lamentar para completar un gran día de fiesta en el que incluso la lluvia fue benévola con los participantes.