"Fuimos compañeros pero es que también somos íntimos amigos y mantenemos un contacto constante". La frase, de Eugenio Tilves, desvela la excelente relación que mantiene con Isma Martínez, con quien compartió años de balonmano en el Cangas desde infantiles hasta el primer equipo, e incluso una temporada en el Puertollano. Ahora comparten incluso algo más, la ilusión de llevar a sus respectivos equipos a disputar la fase de ascenso a División de Honor Plata. "Isma me decía que si la organizábamos nosotros ya tenían excusa para venir ellos, pero aunque entremos es complicado que podamos organizarla por presupuesto", señala Tilves. Bromas aparte, ambos prefieren dejar los reencuentros para otro momento. "No me gustaría que me tocasen ellos, y su juegan en casa son favoritos al cien por cien", señala. Martínez, por su parte, lo tiene igual de claro. "Tampoco quiero verlos. Son muy poderosos defensivamente, y si entran van a causar muchos problemas a sus rivales", subraya, antes de añadir sobre su compañero que "aprendió mucho de Lete [entrenador de categorías inferiores del Cangas], que era un obseso de la defensa".

El contacto entre el líder del grupo gallego y el segundo clasificado del grupo E es constante. "Hablamos bastante porque hemos compartido mucho, pero de la fase de ascenso no comentamos nada", apunta un prudente Isma Martínez. "Siempre estamos comentando resultados. Yo lo llamaba más cuando perdieron con el Lalín y empataron con la SAR para animarlo, y ahora le tocó a él cuando perdimos contra Sagunto y Alcásser", completa Tilves.

Para ambos es su debut en Primera Nacional. Martínez se formó en las selecciones gallegas antes de ser ayudante de Abel en el Porriño. Luego surgió la oportunidad de comandar al eterno aspirante al ascenso, el Novás. Y los resultados lo avalan. Los rosaleiros solo han cedido un empate y una derrota en lo que va de Liga. "Estamos haciendo bien las cosas, con equilibrio en ataque y defensa. El secreto es que estamos entrenando muy bien. Hemos aumentado los días y eso se nota. Y tenemos una buena plantilla, más profunda que otros equipos", señala.

Tilves, por su parte, llegó a Ibiza en 2010 como coordinador del Eivissa, "un club que invierte en formación", apunta. Dirigió categorías inferiores y este año recibió la alternativa para el banquillo del primer equipo, que compagina con el cargo de director técnico de la Federación Balear de Balonmano. "Vine con dudas porque aquí el balonmano es muy diferente pero estoy muy contento por ayudar a que crezca esto", afirma. De hecho el objetivo inicial era la permanencia, pero los ibicencos se han colado en la lucha por la promoción, ocupando la segunda plaza. "Mantuvimos la plantilla y tenemos la suerte de que a veces llegan jugadores por trabajo. Apareció Chelu Cid [exAsobal] y volvió Juan Gamallo [exportero de Gijón]. Yo insistí en que debíamos tener dos jugadores por puesto para incrementar la competitividad", relata.

Mientras el Novás luce su pléyade de estrellas exAsobal -David García Pichel, Paulo Dacosta, el lesionado Espino y ahora Iago Muiña- su técnico destaca que "la base es la gente de la casa. Tenemos once jugadores de O Rosal gracias al trabajo que en su día hizo Pablo Herbello con Paulo, Harris, Manu... Por eso es importante que recuperemos ese trabajo con la cantera. Con este grupo se podría competir de manera digna en otras Ligas sumando algún retoque". El otro éxito del Novás esta temporada es el haber sabido manejar la presión. "Desde que llegué noté la obsesión por entrar en la fase y ascender. Los dos resultados negativos que tuvimos los achaco a eso, al miedo a perder. Pero hemos gestionado bien esos pinchazos. La idea es entrenar bien y disfrutar con lo que estás haciendo", subraya Isma Martínez.

Si el Novás va disparado hacia su objetivo, el Eivissa está en un grupo de seis equipos en un margen de solo cinco puntos. "Hay mucha igualdad. Nosotros dependemos mucho de los arbitrajes. Si permiten los contactos tenemos mucho ganado. Si no acumulamos exclusiones y estamos más condicionados", sentencia.