El sueño de participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputarán en agosto en Buenos Aires (Argentina) está un poco más cerca para Pablo Patiño. El competidor del Club Patiño Moaña y actual campeón de España en su categoría es uno de los seleccionados por los técnicos nacionales para tomar parte en el Preolímpico de Túnez, que se celebrará los días 6 y 7 de abril. El moañés buscará una de las 16 plazas en juego para acceder a una competición que supone el techo en la categoría juvenil y cumplirá su segunda edición tras haberse disputado la primera hace cuatro años en Singapur.

“Sería una ilusión tremenda. Hubo momentos en los que no me esperaba poder tener la posibilidad de ir, pero con trabajo todo se consigue”, afirma el deportista, concentrado en el Centro de Tecnificación de Pontevedra. Y es que solamente para llegar al Preolímpico el joven, de 15 años de edad, ha tenido que superar una importante criba. Primero tuvo que lograr el título nacional en su categoría, la de 63 kilos, y luego hubo de sumarle una buena actuación en el Open de Holanda para totalizar entre ambas competiciones 50 puntos. Pero, además, la normativa reduce los diez pesos habituales a solamente cinco, y cada país puede presentar únicamente a tres competidores en total, lo que implica que deba decidirse por aquellos que realmente tengan una cierta solvencia a nivel internacional.

En el preolímpico le espera una dura competencia. “Por el momento hay 56 inscritos en su peso”, apunta su entrenador, Miguel Patiño. Eso implica que podría bastarle con pasar dos rondas para lograr el preciado billete olímpico. “Lo veo bien, con nivel, pero todo dependerá de con quién te toque en los cruces. Con varios de los inscritos ya peleó en el Open de Holanda”, señala el técnico. Atrás queda un año de adaptación a la categoría juvenil tras haber acumulado éxitos en cadetes. Patiño fue campeón gallego pero cayó en las primeras rondas en el Nacional. Era el peaje que había que pagar por estrenarse como juvenil. Fue entonces cuando el club y su familia se volcaron para darle la experiencia internacional que se le negaba desde otras esferas. Seis torneos y más de 20 combates con un balance de dos medallas de bronce le sirvieron para ir adquiriendo tablas. “Ahora estoy más seguro y con mayor confianza. No es lo mismo competir aquí que fuera porque los rivales son distintos, al igual que los árbitros. Me sirvió para aprender”, señala el joven competidor. “No lo llevaron a ningún Open salvo el de España, pero no fue solo su caso. El problema es que hay que apostar por estos chicos que tienen progresión”, afirma el entrenador.

Túnez será la sede no solo del Preolímpico el 6 y 7 de abril, sino que días más tarde se disputará el Mundial. “Son dos competiciones que se pueden preparar a la vez porque, además, muchos de los rivales serán los mismos”, afirma Pablo Patiño. Su técnico apunta que si se consigue la clasificación, podrían abandonar y centrarse en el Mundial. El joven no lo ve tan claro. “Si pasas un par de rondas habrá que seguir hasta la final”, sentencia.