El Alondras pisa territorio conocido. El conjunto cangués regresa a unos puestos de fase de ascenso que en las últimas temporadas solamente ocupó de forma anecdótica en las primeras jornadas de competición. Pocos recuerdan que con dos tercios del campeonato el equipo se encontrase inmerso en las posiciones que dan acceso a pelear por estar la próxima temporada en la Segunda División B. De hecho, la última vez que esto ocurrió fue con Fredi Álvarez en el banquillo, en la temporada 2011-2012, y los cangueses acabaron jugando una promoción en la que eliminaron primero al Cayón para caer posteriormente con el Racing B.

La particular travesía en el desierto del Alondras se ha extendido durante cinco temporadas en las que, en muy pocos momentos se ha visto entre los mejores con opciones de pelear por todo. Sí lo ha hecho este año, en un excelente arranque de Liga que permitió a los de Antonio Fernández moverse entre los cuatro primeros clasificados. El cuadro rojiblanco fue líder en la jornada inaugural gracias a su goleada ante el Noia (6-1) y luego oscilaría entre la tercera y la cuarta plaza en las jornadas 3, 4, 5 y 6. Desde entonces, los cangueses han discurrido por la zona media alta de la tabla, aunque a distancia de los cuatro primeros.

El año pasado ya había ocurrido algo similar con Jacobo Montes en el banquillo. El Alondras comenzó fuerte y nada hacía presagiar las dificultades posteriores para obtener la permanencia. En la jornada 3 ya era cuarto, puesto que repitió en las jornadas 5 y 6. A partir de entonces el equipo fue yendo a menos hasta entrar en una espiral de malos resultados que lo llevaría a las salidas de Montes primero, de Duarte después y a que Nacho Pacios salvase al equipo con buen apretón final.

Las alegrías duraron algo más en la temporada 2014-2015, con Josiño Abalde en el banquillo alondrista. Un dubitativo inicio -marcado por la pérdida del duelo en Ribadeo por alineación indebida de Chichi- dio paso a una excelente racha de seis victorias consecutivas que llevó al Alondras a colarse entre los mejores. El equipo cangués fue tercero en las jornadas 9 y 10 y alcanzó la segunda plaza en la decimoprimera jornada, en la que totalizaba 22 puntos, los mismos que tenía el líder en ese momento, el Choco. La escuadra de O Morrazo pasó entonces otro bache y en la recta final de la Liga no pudo engancharse, quedando a seis puntos del cuarto puesto.

Ahora, con 26 jornadas disputadas el Alondras disfruta del momento, sin olvidar que entre él y el octavo clasificado hay solamente tres puntos de distancia.