El Arroyo de la Encomienda no fue rival para el Frigoríficos de O Morrazo, que aprovechó este parón invernal para darse una alegría, muy necesitada, en Valladolid, tierra de buenos balonmanistas. El resultado lo dice todo: 15-31 en un encuentro que los de Cangas dominaron de principio a fin. En el primer tiempo, los jugadores de Magí Serra, que se estrenaba con el equipo del Frigo, dejaron en seis goles a los rivales y solo metieron uno más tras el descanso. El Arroyo de la Encomienda era un equipo superado en todo, hasta en compromiso, que es lo que acostumbra a faltar en estos amistosos a los equipos de superior categoría.

Pero los jugadores del Frigo saben que se tienen que ganar un puesto con el nuevo técnico, así que no pusieron ninguna pega para levantar los brazos y fajase en defensa como si jugaran contra el mismísimo Barcelona. Defensa, defensa y orden en ataque estático. Esos eran los objetivos y se consiguieron de sobra. No es que este resultado vaya a esconder ya la crisis del Frigoríficos, pero sirve al entrenador para saber por dónde tienen que ir las cosas.

Los visitantes jugaron a buen ritmo, con una defensa contundente, sin ningún miramiento y un ataque que ofrecía las variante necesarias para conseguir 31 goles, que no son pocos.

A Magí Serra no le pudo salir mejor su debut. Cierto que el de ayer no era un partido oficial, que el equipo contra el que se enfrentaban los de Cangas juega en dos categorías menos que ellos, pero el técnico catalán acudió con la intención de ver cosas diferentes y las vio.

"Estoy muy satisfecho. Nos marcamos unos objetivos al principio del encuentro y se cumplieron todos; incluso en la segunda parte ajustamos todavía más esos objetivos y los conseguimos. Fuimos más agresivos en defensa y trabajamos algunas situaciones colectivas que nos salieron bien. Estoy muy satisfecho con la actitud de los jugadores, que estuvieron muy comprometidos durante todo el encuentro", señala Serra.