"Ya tenía ganas de entrenar", afirma este hombre que a pesar de llevar meses alejado de los banquillos nunca ha perdido la vinculación con un deporte del que se considera apasionado. Extécnico de Pozoblanco y Aranda, entre otros, ahora le llega la oportunidad con uno de los históricos de Liga Asobal.
- ¿Cuál ha sido la razón de haber aceptado la oferta del Cangas?
- Pues que siempre me ha gustado mucho el balonmano y tener retos por delante. Es algo que he hecho en los últimos años.
- El reto es mayúsculo, salvar a un equipo que solo ha sumado cinco puntos en la primera vuelta. La segunda tendrá que ser perfecta.
- Sí, tendremos que estar mejor que en la primera vuelta, y a partir de aquí lo único que sé es que vamos a trabajar muchísimo y seguro que tendremos opciones en casi todos los partidos. Queremos que el público esté con nosotros, que anime y que nos transmita.
- Habla del público. Precisamente O Gatañal parece que será el principal argumento del Frigoríficos para la salvación.
- Es un pabellón espectacular, que siempre se llena y donde las sensaciones son formidables. La grada está cerca de la pista y eso suma. Sé que no jugaremos solos sino que la gente estará apoyándonos.
- ¿Ha seguido al Frigoríficos en la primera vuelta?
- Al Frigoríficos y a otros equipos, porque no he dejado de seguir la Asobal. Estoy deseando comenzar a trabajar la próxima semana con el equipo para inculcar mi metodología.
- ¿Ha hablado ya con Pillo?
- Estoy pendiente de llamarlo. Ha sido día y medio de no parar. Tengo una lista de llamadas por hacer y la de Pillo es una de ellas, porque es un grandísimo entrenador, alguien que quiere al club y lo ayudará en todo lo que pueda.
- Dentro de lo malo, tendrá tres o cuatro semanas para poder conocer al equipo y exponer sus ideas.
- Sí, es una pequeña pretemporada. Para mí es importante meter caña, entrenando mañana y tarde si hace falta. Empezamos una nueva Liga, hay que olvidarse dónde estamos aunque sea difícil. Empezamos otra vez y seguiremos trabajando. La solución es disfrutar los partidos, no sufrirlos, y convertir esta tensión y concentración en algo positivo.
- Coge un equipo que lleva ocho años con el mismo técnico, con sistemas muy interiorizados. ¿Es una ventaja o una dificultad?
- En parte una ventaja, porque las cosas que funcionaban hay que mantenerlas y a partir de ahí implementar lo que creamos conveniente. No creo que sea negativo porque tenemos días para trabajar y cambiar el chip.
