El Rápido Bahía rompió el maleficio y se adjudicó la segunda victoria de la temporada ante un buen Pontevedra B. Lo hizo no sin mucho sufrimiento, toda vez que el único gol del encuentro lo anotó Pingüi cuando quedaba únicamente un minuto para la conclusión del encuentro.

La escuadra que dirige Aurelio Estévez hizo méritos para obtener un buen resultado, en especial en la que fue, posiblemente, la mejor primera parte de toda la temporada. Los locales, conscientes de su complicado situación, se hicieron con el dominio del choque y supieron controlar a un equipo visitante que presionaba con criterio. Las dos oportunidades más claras llegaron en sendas acciones de Joaquín, que no definió con acierto. En una recibió desde un saque de banda y envió fuera el esférico, y a renglón seguido recibió un balón desde banda izquierda, dribló a varios contrarios y su disparo, mordido, se fue desviado. Jaime Castro, por su parte, dispuso de la mejor llegada visitante en un cabezazo.

En la segunda mitad las fuerzas parecieron igualarse durante el primer cuarto, hasta que el filial pontevedrés impuso su juego durante unos 20 minutos. El técnico local reaccionó y movió el banquillo, dando entrada a Joserra, que blindó el mediocampo para darle nuevamente la alternativa a los suyos. En este periodo Víctor estrelló su disparo en el larguero tras tocarlo el meta Samuel y por los visitantes Recaséns también se topó con la madera. Hubo que aguardar casi hasta el final para que, en una buena acción combinativa, Veiga filtrase un balón para Pingüi, que regateó al portero y, casi sin ángulo, envió el balón al fondo de las mallas. Cinco semanas después, los cangueses volvieron a ganar.

El choque sirvió para ver el debut de José Aurelio, hizo del entrenador, que tuvo que vestirse de corto por la indisposición de Javi.