La primera medida que ha tomado Pillo con su plantilla ha sido la de dar tres días de descanso (domingo, lunes y hoy) a su equipo, con lo que espera que mañana, cuando se regrese al trabajo, todas esas molestias que arrastraban varios jugadores hayan remitido. La atención está centrada especialmente en David Iglesias, que finalmente no ha tenido que pasar por quirófano para solventar su fractura del tabique nasal. Los médicos optaron por recolocarle los huesos sin intervención quirúrgica y colocarle una escayola, que le será retirada el próximo lunes. La idea es que pueda incorporarse desde entonces a los entrenamientos, evitando, eso sí, contacto. De no haber complicaciones, podría estar listo para el choque ante el MMT Seguros Zamora del 11 de noviembre.

No es el único inquilino de la enfermería canguesa. Maxi Cancio sigue con un problema en el tendón rotuliano para el que le vendrán muy bien los días de inactividad. Además, Alen Muratovic tenía problemas en la espalda, David Chapela en un codo y otros como Filip Vujovic o Dani Cerqueira también tienen diferentes dolencias. Aparte, Rubén Soliño, una vez superada su lumbalgia, tendrá tiempo para poder adquirir el tono físico que perdió a lo largo de las semanas obligadas de inactividad. El central estuvo bien en Alcobendas pero notó el cansancio en Irún.