La humildad y la intensidad son las dos lecciones que aprendió el Club Deportivo Moaña en el encuentro del pasado fin de semana ante el Ribeiro, en el que venció por 4-3, pero en el que pasó cierta incertidumbre después de haberse mostrado mejor que su rival. "Cualquier equipo te puede ganar como en 10 minutos no hagas lo que sabes hacer, si te crees que eres superior", afirma Miguel Fernández. El entrenador del conjunto celeste resume los 90 minutos del choque en "una primera parte regular, 35 minutos en los que estuvimos bien y los diez últimos con falta de intensidad y de concentración, acabando con cierta incertidumbre".

De todos modos, lo visto en el campo de O Casal no sorprende a un preparador que siempre ha comentado que su escuadra necesita tiempo para asimilar su filosofía de juego. "El equipo es así. Está para hacer 10-15 minutos espectaculares y después otros 10 extrañísimos, en los que no sabes qué pasa. Con el Ribeiro fuimos superiores, pero ante el Pontellas pasó algo parecido. Es un problema de concentración, de no saber lo que hacer en cada momento", explica. Esa alternancia de luces y sombras, esa irregularidad, se extiende a todo el arranque de Liga de un equipo que, a pesar de ello, suma nueve puntos en cinco jornadas y está situado en la zona templada de la clasificación de la Preferente Sur.

"Cuando adquiramos esa regularidad, podremos conseguir cosas importantes, y si no vamos a pasarlo mal", explica. Ese equilibrio es el que permitirá a los suyos hacer una adecuada lectura de partido y no salirse del guión establecido, o lo que es lo mismo, "no empezar a dar pases atrás cuando no lo habíamos hecho en todo el partido", señala el técnico de los moañeses.

Fernández pide paciencia, aunque admite que está viviendo nuevas experiencias tras más de dos décadas en los banquillos. "No es normal que un equipo mío encaje siete goles en dos partidos seguidos. Creo que es la primera vez que me pasa" afirma. El próximo rival de los moañeses, máximos realizadores de la categoría, será el líder de Preferente, el Bande, en tierras ourensanas.