El Frigoríficos del Morrazo ha dado la campanada y ha roto las negativas estadísticas (doce derrotas en otros tantos enfrentamientos) que le perseguían con el Logroño La Rioja en la Liga Asobal tras imponerse por 30-28 en un memorable partido de los discípulos de Víctor García, “Pillo”. Empujados por un enfervorizado pabellón de O Gatañal los cangueses ajustaron cuentas con una escuadra que la pasada temporada sufrió una inesperada derrota con el Villa de Aranda que puso en peligro la permanencia de los de O Morrazo. Una afrenta que el público tuvo muy en cuenta, recibiendo a la escuadra de Jota González con abucheos y coreando a lo largo de todo el partido la consigna “Déjate perder, déjate perder”. La afición, a pesar de no llenar el polideportivo cangués, volvió a convertirse en ese octavo jugador tan necesario para el Frigoríficos.

En lo puramente balonmanístico el Cangas obtuvo el premio a la constancia y a la fe. Lo hizo porque siempre creyó en sus posibilidades en un partido en el que fue 52 minutos por debajo. Se enganchó a su rival, hizo la goma aguantando desventajas de dos y tres goles, y aguardó su momento para asestar el golpe definitivo. Este se planteó a falta de ocho minutos. Un robo de Cerqueira y su tanto desde campo propio puso las tablas (25-25) e invirtió una dinámica que hasta entonces parecía favorable a los visitantes.

Una buena acción defensiva permitió al Cangas disponer de un ataque que Moisés transformó en la primera ventaja de todo el partido (26-25). Ahora era el Logroño quien iba a remolque. Ángel Fernández tras saque rápido de centro y Garabaya en los seis metros eran el salvavidas de los suyos, mientras que en el Frigoríficos Alen Muratovic y David Chapela, brillantes ambos esta tarde, mantenían a los suyos en el cara a cara hasta que Moisés, de nuevo, ponía el 29-28 a falta de dos minutos para el final.

Jota pidió tiempo muerto y Montoro lanzó desde los nueve metros, pero se topó con la única parada de Salazar. El Cangas perdió el balón en ataque pero lo recuperó gracias a un inconmensurable Dani Cerqueira. Al capitán le correspondió el honor de definir desde los seis metros para poner la sentencia (30-28). Castro envió el balón al larguero a la desesperada y el Frigoríficos celebró su primer triunfo de la temporada como si fuese un ascenso o una permanencia.