La magia del pabellón de O Gatañal y las buenas sensaciones ofrecidas en las dos primeras jornadas de Liga son los principales argumentos que el Frigoríficos del Morrazo expondrá esta tarde (17 horas, con el arbitraje de los castellano-leoneses Merino Mori y Moyano Prieto) para dar la sorpresa ante el Logroño La Rioja. El conjunto cangués aspira a romper el maleficio que le persigue con los riojanos y sumar dos puntos que valdrían su peso en oro en este arranque de competición. El descenso de nivel deportivo y económico del Logroño lo acerca a un nivel más humano -a pesar de mantener aún un enorme potencial- y el Cangas desea explotar todas sus armas, y especialmente la de jugar ante los suyos, para sacar réditos.

Ganar al cuadro riojano es una de las espinas que aún tiene clavadas el equipo de O Morrazo, más aún después de que una derrota de su rival de esta tarde ante el Villa de Aranda la pasada temporada complicase mucho la permanencia de los cangueses. Aunque plantilla y cuerpo técnico se mantienen al margen de polémicas, lo cierto es que la afición de O Gatañal no ha perdonado y eso hace que las ganas de revancha deportiva se incrementen de modo exponencial.

Pillo ha mentalizado a lo largo de toda la semana a los suyos de que ganar es posible. Afirma que es el Logroño menos intratable de los últimos años, pero también que sigue siendo un enemigo de cuidado y de que es superior al Frigoríficos. El apoyo del público y el extra que la plantilla canguesa da en casa debe igualar fuerzas y dar opciones de poder optar al triunfo.

Una de las claves será el de estar en partido desde los primeros momentos. Los locales quieren evitar un despegue rápido en el marcador del Logroño que le permita jugar cómodo. Meter presión desde el primer minuto y mantener el equilibrio en el marcador se antojan factores decisivos. Casi tanto como saber atacar con fiabilidad una defensa que busca forzar errores para sacar un rápido contragolpe que tiene al internacional Ángel Fernández como punta de lanza. Seleccionar bien el tiro y minimizar las pérdidas es otro de los objetivos.

A nivel defensivo el Cangas confía en la progresiva integración al equipo que están teniendo Serafín y Cancio, ambos por problemas físicos y en el caso del segundo por ser una de las novedades de este año. Con los dos en condiciones y la colaboración de Cerqueira, Pablo Castro y compañía, los morracenses quieren blindarse atrás y facilitar las cosas a Hermones y Salazar, que buscan la regularidad que les faltó el año pasado. "Tenemos que funcionar bien en todas las facetas del juego para poder sorprenderlos", recuerda Pillo. Hacer un partido redondo, ese es el objetivo definitivo.