El Bueu Atlético intentará sumar la segunda victoria de la temporada y de paso comenzar a blindar su feudo en el partido que esta tarde (19 horas, pabellón Pablo Herbello, con el arbitraje de los madrileños Arcos Adeva y García Camino) lo enfrenta al Porriño. La escuadra que dirige Irene Vilaboa aspira a derrotar a otro de los rivales de su teórica Liga para afianzarse en la zona noble de la tabla clasificatoria antes de la complicada visita al Embutidos Lalinense de la próxima semana.

El triunfo de la primera jornada ante el Rasoeiro sirvió para ratificar las buenas sensaciones ofrecidas durante una pretemporada más que eficiente para los buenenses. Su buena marcha en Copa Galicia -solo se doblegó ante el Xiria y tras una gran actuación- y en el resto de amistosos pudo reflejarse en un duelo en O Grove en el que, a pesar de las imprecisiones típicas del arranque de Liga, los buenenses mantuvieron el control y recibieron el premio en forma de victoria con un gol en los últimos segundos de Anxo. "Estoy contenta por haber empezado bien y ganado a un rival que siempre es complicado. Fue un choque difícil para los dos por el desorden, pero pudimos sacar los dos puntos", afirma la entrenadora.

Mantener esa buena línea ante el Porriño será el camino más fácil hacia la victoria. "No tienen la calidad del año pasado, pero son mucho más rápidos, peleones y saben a lo que juegan. Y Colic les imprime carácter", apunta la preparadora de los buenenses. "Hay que tener más disciplina táctica, hacerlos dudas e imponernos así", añade. Lo que está claro es que hacerse fuertes en casa se antoja fundamental para un conjunto morracense que este año aspira a afianzarse en la zona intermedia-alta de la clasificación de Primera Nacional, con objetivos más ambiciosos que la permanencia. Y ganar al Porriño supone mayor tranquilidad de cara a próximos compromisos, "porque no es lo mismo ir a competir a Lalín con 4 puntos que con 2. Este es un partido de los nuestros, pero el Porriño también pensará lo mismo".

"Nuestra idea de reforzar la primera línea era con vistas a poder mantener el nivel durante los 60 minutos", apunta. "Cualquiera puede jugar y así podemos emplear un ritmo alto y eliminar esos minutos de los partidos en los que el cansancio nos hacía ser peores", señala.