La Fundación Dani Rivas creará una beca anual para financiar la actividad de los deportistas que lo necesiten, independientemente de la modalidad que practiquen o de su edad. El colectivo ha iniciado los trámites para poner en marcha unas ayudas que llevarían el nombre del piloto moañés fallecido hace casi dos años y que permitirían extender su nombre y su legado.

“La fundación se creó fundamentalmente para financiar la estatua, pero tiempo después de inaugurarla nos dimos cuenta de que seguía habiendo demanda de los productos de merchandising, algo que nos sorprendió”, relata Lorena Rivas, hermana del piloto. Habida cuenta de que las necesidades de los deportistas continúan siendo patentes y el contexto económico no ha mejorado en exceso, “decidimos darle continuidad a nuestras actividades y crear esta beca”, señala. La intención es aprovechar los próximos meses para acabar de pagar la estatua, que tuvo un coste final de unos 30.000 euros, y trabajar en la recaudación de fondos para otorgar la beca en 2018. “Queremos trabajar en la elaboración de las bases, abrir las inscripciones, recibir los dosieres... y poder publicar el concurso a finales de este año”, señala Rivas.

Por el momento se desconoce la cuantía de la subvención, toda vez que dependerá de los ingresos de la fundación en los próximos meses. “Pueden ser 1.000 o 10.000 euros, eso depende de la respuesta que tengamos de la gente”, apunta Lorena Rivas, que añade además que “este año no podemos dedicarle tanto tiempo a movernos por diferentes sitios, pero entre algún desplazamiento y la página web intentaremos conseguir una cantidad interesante”. En cuanto se abra el plazo sí que se fijará la cifra definitiva para que los deportistas conozcan a cuánto pueden aspirar. Aunque la idea inicial es colaborar con un solo deportista, si la cifra recaudada es lo suficientemente amplia probablemente se puedan dar dos o incluso más ayudas. Rivas apunta que la convocatoria estará abierta a todas las modalidades deportivas. “A pesar de que uno siempre identifica a Dani con el mundo del motor no queremos encasillarnos, y el propio Dani competía en motos pero también entrenaba en bici y le gustaban otros deportes”, señala.

Desde la Fundación Dani Rivas quieren mostrar su agradecimiento a toda la gente que ha colaborado en este tiempo con ella. “Acabamos muy cansados mentalmente y el primer impulso fue de decir que se acabó con la estatua, pero al final nos han animado ellos. Podemos decir que la fundación seguirá adelante el tiempo que quiera la gente”, sentencian.