Pedro Hermones continuará una temporada más en el Frigoríficos del Morrazo. El club cangués ha decidido prolongar su vinculación contractual con el joven portero brasileño, en quien se tienen depositadas grandes esperanzas a pesar de que este año careció de la regularidad necesaria en su adaptación a la Liga Asobal. Hermones, de 23 años de edad, comenzó la campaña como titular pero en la recta final de la misma se vio relegado a la suplencia ante el mejor momento de forma de su compañero Edu Salazar. Con todo, el club ha valorado tanto su proyección como su capacidad de trabajo y confía en que esta próxima temporada sea la de su explosión definitiva como jugador en O Gatañal.

La de Hermones, que hoy mismo parte en avión hacia Brasil, es la primera de las renovaciones en un Cangas que trabaja ya en la configuración de su plantilla para la próxima temporada, en la que buscará de nuevo la permanencia en la categoría. El meta se mostró muy satisfecho por tener una nueva oportunidad en el Cangas, en donde espera demostrar sus condiciones. "Estoy feliz y después de un año irregular sentía la necesidad de demostrar que soy un buen portero aquí", afirma. El brasileño estará acompañado por su familia (su mujer y su hijo, con apenas unos meses de vida) en esta nueva experiencia, algo que valora de forma positiva. "Para mí es muy importante tener aquí a los míos, porque para un deportista esto supone un 70 por ciento", señala. El acuerdo entre club y jugador fue rápido, toda vez que, explica el portero, "el club quería que siguiera un año y yo deseo demostrar cosas".

Autocrítico, asume que el pasado ha sido "un año de muchos cambios, con mi primera temporada fuera de Brasil, teniendo que conocer la Liga y estando lejos de mi hijo recién nacido. Ha sido una temporada de adaptación". Una de las razones que más pesa a la hora de quedarse es la posibilidad de seguir trabajando con Pillo. "Es uno de los mejores entrenadores para un portero. Siempre me está ayudando, dando consejos, mejorando mi posicionamiento...", dice. Hermones comenzó a practicar balonmano a una edad tardía, casi con 17 años, y admite que "aún estoy aprendiendo cosas". Sin embargo, ya ha sido internacional con su país y era uno de los hombres con los que trabajó Jordi Ribera cuando dirigió al combinado sudamericano. De hecho fue él quien recomendó su fichaje al Balonmán Cangas.