El escándalo en la gimnasia artística española saltó en el año 2013, cuando se filtró que una exgimnasta -después se supo que era Gloria Viseras- denunció ante el Consejo Superior de Deportes y ante la Policía haber sido víctima de abusos sexuales en los años 80, acusando directamente al seleccionador nacional, Jesús Carballo. El CSD ordenó entonces apartarlo de sus funciones y prohibirle la entrada en sus instalaciones. Viseras se vio apoyada en sus manifestaciones por la también exgimnasta Irene Martínez y por el técnico Antonio Llorens, y afirmaba que otras deportistas también los habían sufrido pero que preferían mantenerse en el anonimato.

Paralelamente, numerosas gimnastas que habían entrenado con el moañés a lo largo de diferentes etapas salieron públicamente en su defensa. El caso llegó a los Juzgados y fue desestimado a finales de 2013 por la prescripción de los hechos denunciados. A partir de entonces, Carballo ha emprendido una batalla legal para tratar de limpiar su imagen y de evitar manifestaciones que hayan atentado contra su derecho al honor.