El partido entre el Rápido Bahía y el Vilagarcía que tenía previsto disputarse ayer en el campo de San Amaro fue suspendido al quedarse el equipo visitante con tan solo seis jugadores disponibles sobre el terreno de juego. El colista de la categoría saltó al campo con siete futbolistas y apenas había transcurrido un minuto cuando su portero se tiró al suelo y dijo que no podía continuar, por lo que el colegiado del choque, Jesús Villa Salvador, decretó la suspensión del mismo.

La directiva del Vilagarcía se puso en contacto con la del Bahía el sábado para solicitar un aplazamiento del partido, argumentando que tenían un elevado número de lesionados. El club cangués rechazó ese planteamiento. "A golpe de sábado no había nada que hacer", señalaron fuentes de la entidad. Así, el cuadro visitante saltó al terreno de juego con el mínimo de jugadores marcado por el reglamento y en apenas un minuto se quedó con uno menos, por lo que el juego ya no se pudo reanudar.

Con el reglamento en la mano, el partido se le dará por ganado al Rápido Bahía por 3-0, si bien esa decisión deberá adoptarla el Comité de Competición, probablemente en la reunión que mantendrá esta misma semana. "Es una lástima, una situación que da pena, porque uno siempre quiere jugar, competir y ganar sobre el terreno. No es algo bueno para el fútbol", manifestó ayer el entrenador del conjunto cangués, Aurelio Estévez.