El Club Deportivo Moaña peina el mercado en busca de uno o dos jugadores que le permitan reforzar a la escuadra de cara a los últimos meses de competición liguera en la Preferente Autonómica Sur. La prioridad en el club celeste es la llegada de algún futbolista que se mueva de mediocampo hacia adelante, en posiciones en donde los moañeses están un tanto justos de efectivos, especialmente tras la salida de Álex Cubas y de Jorge Fernández.
Actualmente el técnico de los de O Morrazo, Pereira, dispone de una plantilla de 21 jugadores, incluyendo a los porteros Sergio, Samu y Ángel. Las bajas de Berto y Saúl -a quienes aún les queda al menos unas cuatro semanas de espera antes de regresar a los terrenos de juego- reducen la lista, pero es en la zona ofensiva en donde el técnico tiene más problemas, al disponer de un mediapunta (Borja), los extremos Omar, Dieguito y Yelco; y los delanteros Róber y Darío Martínez. De ellos, este último está muy limitado para entrenar por sus horarios laborales y Róber también se ha perdido alguna sesión por trabajo. Es por ello que el técnico no vería con malos ojos incrementar la competitividad y no verse en la situación de semanas anteriores, en las que las bajas dejaron aún más mermado a su equipo en la parte atacante.
Las negociaciones están abiertas en varios frentes y la entidad confía en que en las próximas semanas pueda fructificar alguna para darle al equipo un último empujón en una temporada que está siendo muy positiva, con los moañeses ocupando la séptima plaza con 34 puntos después de su victoria ante el Polígono de San Ciprián. "Es un paso más hacia la permanencia, que es nuestro principal objetivo", afirma el técnico de los de O Morrazo, a la vez que cifra entre los 46 y los 50 puntos los necesarios para seguir un año más en la categoría.
El otro aspecto positivo de la victoria fue el haber roto la minirracha negativa de tres semanas sin ganar. "El trabajo era bueno y la dinámica del equipo también, pero eso solo sirve si se refrenda con resultados. Eran tres semanas sin ganar, algo a lo que no estábamos acostumbrados, y debe repercutir en nuestra moral y confianza", afirma. Del choque se muestra bastante satisfecho, "porque incluso pudo haber sido una victoria más clara. Quizás estuvimos un tanto precipitados, debido a la ansiedad por no ganar, y con algo más de calma podíamos haber ganado con un marcador más amplio". El próximo rival de los moañeses será el Porriño, el domingo en el campo de O Casal.
