| Fue un estreno en petit comité, y sobre todo, pasado por agua. El campo de O Morrazo estrenó el domingo en el choque ante el Compostela su nueva grada, si bien el grueso de la afición del Alondras optó por situarse en la antigua, como puede apreciarse en las imágenes. No les faltaban razones de peso, ya que la lluvia -colándose por el espacio entre la pared exterior y el tejado, empapó el graderío, haciendo complicado ver el partido en esas condiciones. La obra ya ha sido recepcionada por el concello pero aún restan por cerrar las gradas y por colocar asientos. Por si fuera poco tampoco se estrenaron los nuevos vestuarios ya que al parecer no hay garantías de que el agua caliente pueda suministrar a más de dos equipos, por lo que se ha optado por dejar el mobiliario en los antiguos y usarlos.