El Rápido de Bouzas perdió ayer una gran oportunidad de consolidar su liderato, y lograr una importante ventaja sobre sus rivales más directos. La vida sigue igual, con la salvedad que por abajo los equipos aprietan, y el filial del Deportivo ya se ha colado en la segunda plaza.

El encuentro fue poco menos que un monólogo del equipo entrenado por Patxi Salinas. Los lucenses sabía que buena parte de sus opciones pasaban por mantener su portería a cero, de ahí que desde el pitido inicial intensificaran el trabajo defensivo para lograr su objetivo.