Justo en el último partido de 2016, y ante un rival directo por la salvación, el también ascendido Castro, el Céltiga ganó con suma claridad y mandó al limbo un lastre de siete derrotas consecutivas, además de terminar la primera vuelta fuera de los puestos de descenso directo, lo contrario que el Castro. Dos tantos psicológicos, uno al filo del descanso y otro al inicio del segundo período, contribuyeron de manera decisiva para batir a un Castro superior a lo largo de los 45 primeros minutos. El Céltiga, a la espera de su oportunidad, apenas generó peligro antes del descanso. Eso sí, cuando lo hizo, golpeó con fuerza. A un minuto para el descanso, una falta colgada desde el lado izquierdo la cabeceó Ramón para dar un balón de oxígeno al Céltiga. A partir de ese momento, el equipo de A Illa fue muy superior y terminó goleando.