El Ribadumia se ha vuelto a quedar con la desagradable sensación de ver como se le escapaban puntos en A Senra de un partido que tuvo durante casi todas las fases del mismo muy controlado. Y es que los de David Sierra propusieron más y mejor fútbol que el Castro, pero la ley de los goles es implacable en el fútbol actual.

La propuesta de los aurinegros tomó cuerpo desde prácticamente el arranque. Los lucenses nunca se sintieron a gusto y los locales circularon el balón con fluidez en zonas de peligro. Hugo avisó primero con un disparo que Yebra pudo salvar con el pie mientras que Fran Fandiño estuvo a punto de hacer el primero con una vaselina con muchísima intención.

Finalmente el pontevedrés sí pudo abrir el marcador en una jugada personal mediada la primera mitad finalizando su diagonal con un perfecto remate al segundo palo lejos del alcance del portero.