No pudo ser. El Frigoríficos del Morrazo se quedó a las puertas de la victoria ante el Villa de Aranda y tuvo que conformarse con un empate (31-31) que apenas alivia su delicada situación clasificatoria, manteniéndolo en zona de descenso, pero abandonando la posición de "farolillo rojo". La escuadra que dirige Víctor García, "Pillo", dispuso de los últimos 20 segundos de partido para buscar el triunfo, pero se enredó en una acción que únicamente provocó un golpe franco con el tiempo a cero. El lanzamiento de Nikola Potic se encontró al meta visitante Ricardo Amerigo.

El choque fue tan intenso como sufrido para un Cangas que no entró demasiado bien en él. El conjunto castellano anotaba con facilidad y el ataque de los locales no estaba demasiado fluido. Así las cosas, las primeras rentas a favor del Villa de Aranda comenzaron a caer (3-5, 5-8). Pillo se veía obligado a pedir tiempo muerto y a reorganizar sus tropas si bien no fue hasta la recta final del primer tiempo cuando los cangueses equilibraron el marcador (14-14 al descanso).

El arranque del segundo tiempo fue especialmente nocivo para el equipo gallego, con la segunda exclusión de Pablo Castro y un 0-2 de parcial. Nantes machacaba desde la distancia la portería local y las alarmas se encendían (19-22, minuto 39). Pero el Frigoríficos, lejos de descomponerse, echó mano de su garra y, a base de coraje defensivo y de buenas acciones de ataque consiguió su primera renta en todo el partido (23-22, minuto 45). Empezaba un nuevo choque, igualado pero con el Cangas llevando la iniciativa. El 29-27 fue su máxima ventaja a falta de cinco minutos. El Aranda supo encajar el golpe y aguantó. Hizo la goma ante las mínimas rentas locales. E incluso cuando entró en los últimos dos minutos con un hombre menos en pista administró bien su ataque. Con 31-31 Pillo pidió tiempo y ordenó una última acción, pero los locales no supieron aprovechar esos 20 segundos.