José Manuel Duarte ya ejerce como técnico del Alondras. El nuevo máximo responsable técnico del conjunto cangués dirigió ayer su primera sesión preparatoria en el campo de O Morrazo con la vista puesta en el partido del domingo, en el que se estrenará en el duelo ante el Barbadás.
Después de dos días de máxima actividad con la dimisión de Jacobo Montes y la posterior contratación de Duarte, el nuevo inquilino del banquillo rojiblanco comenzó a sentir la que será su normalidad a partir de ahora. El primer contacto del preparador cangués con los suyos tuvo lugar en la intimidad del vestuario, donde el presidente Luis Guimeráns ejerció como maestro de ceremonias para hacer las presentaciones. Sin embargo, no todos los integrantes de la plantilla son desconocidos para Duarte, que ha tenido a sus órdenes a varios futbolistas de la actual plantilla, como a Iván, Champi o Abel, protagonistas todos ellos del ascenso del equipo juvenil a la División de Honor con el cangués como técnico.
Duarte aprovechó la oportunidad para exponer a grandes rasgos sus líneas de trabajo y lo que quiere de cada futbolista, pero sobre todo pidió un esfuerzo para tomar impulso en una semana atípica para todos y en la que apenas tendrá tres sesiones para comenzar a conocer desde dentro el equipo y para perfilar poco a poco sus ideas futbolísticas. Más tarde, ya en el terreno de juego, dirigió el primer entrenamiento e impartió las primeras instrucciones a sus nuevos pupilos.
Con el reloj ya en funcionamiento el objetivo es sumar los tres puntos ante el Barbadás para arrancar con buen pie haciendo valer el dicho futbolístico de que con cada cambio de entrenador llega la victoria. El triunfo sería importante no solamente para romper la negativa racha de resultados que atraviesa el Alondras y para poder tomar un respiro en su delicada situación clasificatoria. Más allá de condicionantes puramente numéricos o deportivos, lo realmente importante es conseguir un refuerzo anímico que le permita a la plantilla variar la dinámica y enfocar con mayor optimismo las próximas semanas, en las que el objetivo es ir alejándose de las posiciones de peligro.
Duarte ya avanzó en sus primeras palabras como entrenador rojiblanco que la idea inicial es luchar por eludir tanto el descenso como los puestos que podrían verse afectados por los arrastres, y si es posible intentar hacerlo con comodidad. El mal arranque de temporada ha dejado a los cangueses en la decimoquinta plaza, con solo 16 puntos en 14 jornadas y una única victoria en las últimas nueve semanas de competición.
