Como si de una conexión invisible se tratase, el pabellón de O Gatañal y el polideportivo Huerta del Rey, han estado unidos en las últimas dos décadas para permitir el trasvase de numerosos jugadores que han tenido la oportunidad de vestir ambas camisetas. Hasta una quincena de deportistas han militado tanto en el antiguo Balonmano Valladolid -ahora refundado como Atlético Valladolid Recoletas- como en el Frigoríficos del Morrazo, convirtiendo los traspasos entre ambos conjuntos en clásicos dentro de la Liga Asobal.

En las plantillas de los dos equipos queda un único superviviente de esos intercambios, Alen Muratovic, que hizo las delicias tanto de la afición canguesa como de la vallisoletana, con la que se reencuentra esta tarde. El jugador montenegrino jugó dos temporadas en Cangas antes de ser traspasado al Valladolid, en donde estuvo otros tres años. Luego llegaría la salida a Alemania y la fatídica lesión que lo retiró de las pistas. Y más tarde el regreso a un Frigoríficos en donde ha renacido para el balonmano. El viaje de ida y vuelta de Alen Muratovic fue repetido por Toni Ugalde, que completó dos extraordinarias campañas en Cangas (entre 2003 y 2005) antes de fichar por el cuadro castellano. Ya en la recta final de su carrera el extremo volvería a Cangas.

La historia habla de que ha sido el Valladolid el que ha sacado más provecho de la relación deportiva con el Cangas. Y es que, además de los casos de Muratovic y Ugalde, ha habido otros ocho jugadores que militaron en la escuadra vallisoletana tras tener un pasado en el Cangas, muchas veces previo paso por otras escuadras. Dos de los más significativos han sido Rafa Dasilva y Fran González, protagonistas de los primeros años de los cangueses en la máxima categoría, y en el caso del primero, del ascenso a Asobal. Ambos acabaron jugando alguna campaña en el Huerta del Rey. Rubén Garabaya, por su parte, estuvo dos años en Cangas, que usó como trampolín para seguir una prolífica carrera en Valladolid, antes de ir a Barcelona y Naturhouse La Rioja. Otro de los destacados fue el meta Armand Torrego, que después de un gran año en O Gatañal regresó al Ademar y posteriormente pasó por las filas del Valladolid. César Montes -actual técnico del Guadalajara- explotó en Cangas (pese a empezar la temporada a la sombra de Kovacevic) y eso le valió para jugar en Valladolid, donde destacó como especialista defensivo.

Más efímero fue el paso por Pucela de Akos Kis tras cuatro años en Cangas. Media temporada jugó el húngaro. Más huella dejó García Vega, que estuvo un año en el Frigoríficos y casi al final de su carrera echó una mano a los vallisoletanos para evitar el descenso en la campaña 2012-2013. Igual de efímero, pero esta vez en Cangas, fue el paso de Bilbija, joven promesa que no llegó a debutar por una grave lesión y que en Valladolid estaría dos campañas.

El viaje opuesto, del Pisuerga a Cangas, lo emprendieron cuatro jugadores. El extremo Jordi Escudero abrió el camino en la temporada 97-98 y estuvo dos años en el cuadro gallego. Uno de los que estuvo más tiempo fue el meta David Enríquez, tercer portero del Valladolid con cuatro años de experiencia posterior en el Frigoríficos. Paco López llegó en la campaña 2003-2004 para participar en dos grandes años. Y otro de los que llegó a Cangas procedente del Valladolid fue el veterano Juan Alemany, que eligió O Gatañal para pasar los dos últimos años de su vida deportiva y retirarse.