Los palistas cangueses Rubén Paz y Nicolás Barreiro han entrado en el libro Guiness de los récords. Ambos formaban parte de la tripulación española que a bordo de un "dragon boat" intentó este fin de semana batir el récord mundial de distancia recorrida tras 24 horas remando. La anterior marca era de 2014 y la poseía una tripulación alemana, que consiguió remar un total de 238 kilómetros. Ahora el nuevo récord se sitúa en los 263,5 kilómetros de la tripulación española.

El lugar escogido para el reto fue el canal Cuevas de Almanzor, en Almería, con un circuito de 2,5 kilómetros de longitud. Los palistas comenzaron a remar a las once de la mañana del sábado. "La temperatura era elevada y obligó a que el equipo se tuviese que hidratar desde la primera hora", explican los dos cangueses. Durante el día se logró alcanzar una media de 13 kilómetros por hora, pero esa velocidad comenzó a menguar con la llegada de la noche. "Aquí es donde la preparación física y psíquica se convierte en fundamental. Había momentos de la madrugada en los que entran dudas sobre el reto", relatan Rubén Paz y Nicolás Barreiro.

Con el amanecer del domingo renacieron las fuerzas de la tripulación del "dragon boat" español, integrada por 20 palistas. A las nueve y media de la mañana, cuando aún quedaba hora y medio de plazo, los jueces certificaron que ya se había batido el anterior récord. "A partir de ese momento todo era sumar. Todos dimos lo mejor de nosotros mismos y sin duda fue nuestra prueba más difícil. La verdad es que no hay palabras para explicar lo que es ver anochecer y amanecer y continuar remando", cuentan los dos cangueses. Después de 24 horas remando se llega a "perder la percepción del tiempo" y los palistas tuvieron que hacer frente a inconvenientes como lipotimias, calambres o la aparición de llagas en las manos. "No fuimos realmente conscientes del fuerte cansancio hasta la hora de desmontar y darnos cuenta que las piernas nos fallaban", ilustran. Hay que tener en cuenta que la prueba más larga en el piragüismo es una maratón de 28 kilómetros, en la que precisamente Paz y Barreiro son especialistas.

"Con este resultado se marca una referencia en la historia del piragüismo español y gallego. Y logramos que Cangas, después de este conseguir este récord Guinness, sea el único pueblo con todos los títulos posibles en el piragüismo", sentencian con orgullo Rubén Paz y Nicolás Barreiro.