La suerte volvió a ser esquiva con el Domaio, que ayer perdió 1-2 ante el Juvenil de Ponteareas. El partido se puso pronto cuesta arriba para los moañeses, que encajaron el 0-1 antes del minuto 10 en una jugada desafortunada. López intentó despejar de cabeza un centro, pero con tan mala suerte que el balón entró en su propia portería.

Los locales apretaron y pudieron empatar justo antes del descanso. Millos peinó un balón largo, que llega hasta Jonás y que define a la perfección en el uno contra uno. El dominio del Domaio se incrementó tras el descanso, con varias ocasiones para adelantarse. Las más claras fueron para Jonás y Beto, pero no acertaron a marcar. El Juvenil, que apenas había inquietado en el segundo tiempo, sentenció el encuentro a dos minutos para el final: tras un saque de banda el rechace llega a Castro, que desde lejos dipara a portería y sorprende a Diego para anotar el 1-2.