El Alondras afronta en las próximas cuatro semanas el primero de los tests serios de la temporada después de un inicio de campaña relativamente cómodo. La escuadra que dirige Jacobo Montes, que viene de caer por la mínima el domingo en Compostela, se medirá en las siguientes jornadas a Bergantiños, Silva, Barco y Arosa en un periplo que comenzará el sábado en casa ante los de Carballo.

"Hasta ahora, y salvo ante el Compostela, nos hemos medido a equipos de mitad de la tabla hacia abajo, y es ahora cuando tendremos rivales de mayor exigencia", señala el técnico rojiblanco, que apunta que "será un buen test para ver si estamos preparados para competir a este nivel, y yo creo que sí lo estamos".

La primera piedra de toque será un Bergantiños que está en mitad de la tabla pero que ha apostado por refuerzos de entidad como el delantero Nacho (Órdenes) o el medio Granada (Cerceda). El Silva no presenta, a priori, tanta entidad, pero tiene a su favor su terreno de juego, de reducidas dimensiones y todo un aliado. Tras ellos tocará una buena piedra de toque como el Barco, que nuevamente ha montado un ambicioso proyecto con futbolistas como Cristóbal, Loza o Ivi. El último de los duelos de esta etapa es con el Arosa de Otero, otro equipo reforzado con jugadores con experiencia en Segunda B como Lloves, Suso Martínez o Sidibé.

"Los puntos tienen el mismo valor ante el Castro que ante el Bergantiños", señala Montes, que apunta que ya ante el Compostela los suyos ofrecieron una buena imagen. "Ellos estuvieron algo mejor en el primer tiempo y nosotros en el segundo. De hecho, cuando marcaron estábamos más cerca del 0-1 que del 1-0. Lo más justo hubiese sido un empate".

La peor noticia del duelo en San Lázaro fue la lesión de Álex Gómez, con una subluxación de hombro que lo tendrá apartado de los terrenos de juego entre dos y tres semanas. La buena es que tanto Yerai como Fontdevila regresaron al equipo. "A ver si recuperamos a Mauro para incrementar la competencia, que es lo que le da equilibrio al equipo", sentencia.