El palista cangués, Rodrigo Germade, llega esta tarde al aeropuerto de A Coruña procedente de Río de Janeiro, tras su quinto puesto en la final de K4-1.000 metros con sus compañeros de equipo. Fueron sus primeros juegos olímpicos y no puede ocultar cierta tristeza por no lograr una medalla, aunque el tiempo le hará valorar el puesto logrado.
El Concello de Cangas le brindará una recepción mañana, a partir de las 12.30 horas, para agradecer el buen papel realizado en la cita olímpica.
- ¿Cómo se siente con el quinto puesto logrado, más en frío?
- Aún estoy un poco decepcionado. En el fondo contento porque es un buen resultado y me imagino que lo valoraré mejor en unos meses. Pero es verdad que teníamos unas expectativas altas, pero que eran realistas. Se podían cumplir y no ha sido así. Siempre duele, porque realizas un gran trabajo, llegas con un nivel muy alto y haciendo tiempos que te permiten pensar que puedes estar luchando por las medallas. Pero lo cierto es que nos hemos quedado un poco lejos de la medalla. Creo que al menos podríamos haber luchado con el barco checo de tú a tú.
- ¿Les lastró demasiado una salida más lenta que la de sus principales rivales?
- Las condiciones de ese día de competición no fueron adecuadas. Aunque son para todos. Ese viento en contra no nos venía demasiado bien. Es un bucle. Planteamos una estrategia de carrera con una salida fuerte y no se pudo llevar a cabo.
- La afición se esperaba, tras la salida, que plantearían algo parecido a las semifinales. Con una estrategia en la que finalizaron muy fuertes y remontado hasta acabar segundos.
- Sí. La estrategia era igual. El problema es que ha habido tres barcos que han salido disparados para adelante. Yo contaba con Alemania, que fue medalla de oro. Sabíamos que Alemania iba a hacerlo porque tenía una marcha más que el resto y el nivel de Alemania era casi inalcanzable para el resto. Pero los otros dos -Eslovaquia y República Checa- sí eran alcanzables. Pero sorprendieron mucho al irse con Alemania para adelante. Al final aguantaron porque esto son unos Juegos Olímpicos y la gente no se rinde jamás. Antes se muere encima de la piragua que ceder un metro. En esta competición el más mínimo error te penaliza muchísimo, y eso es lo que nos ha pasado. No podemos controlar lo que hacen los demás.
- De todas formas en los últimos metros sí que intentaron atacar buscando la remontada.
- Sí. Hemos sido el barco más rápido en los últimos dos parciales, pero eso no ha servido porque la distancia que tenían era grande. Un K4 tiene mucho peso, inercia y velocidad. No te da tiempo a remontar esa distancia en 200 metros.
- Solo tres centésimas os separaron de Australia, que fue cuarto. ¿Os importó perder ese cuarto puesto que al principio os daba la realización de la televisión?
- Australia era la vigente campeona olímpica y solo nos sacó 3 centésimas. Podríamos haber sido cuartos. Sí que hubiese sido mejor. No solo porque es un puesto más, sino porque cuando lo das todo, cualquier puesto que puedas arañar lo quieres.
- Todavía es muy joven. ¿Tiene intención de pelear por estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020?
- Eso hay que pensarlo con calma. Ahora estoy un poco agotado de todo el ciclo olímpico. Ha sido muy duro, sobre todo por no lograr una medalla. La gran mayoría de los deportistas cuando vienen a aquí, saben a lo que vienen, a por una medalla y cuando no lo consigues la decepción es grande. Si llegásemos a los Juegos solo para competir, cualquier resultado sería una recompensa. Pero el trabajo y el sufrimiento de estos años estaba encaminado a una medalla.
Lo que tenemos que pensar es que esto es algo muy grande. No todo el mundo puede llegar aquí. Puestos aquí no todo el mundo puede alcanzar la final y no todo el mundo puede colgarse una medalla. Es un objetivo muy ambicioso que está al alcance de muy pocos. Pero hemos estado luchándolo, aunque no haya podido ser.
