Paloma González ya es otra de las jugadoras del Celta femenino que logra inscribir su nombre en ese cuadro que refleja las medallas logradas con las selecciones nacionales. El domingo, la base céltica lograba la plata con España tras caer en la final con Francia. "La verdad es que estoy muy contenta", apunta la joven jugadora viguesa.

La base del Celta reconoció que la final fue "un partido complicado, ya que ellas estaban mejor, físicamente eran muy superiores a nosotras, tanto interiormente como con los pases y tenían un juego como equipo que justo en ese partido fue superior al nuestro".

Los instante finales tras la conclusión del encuentro "fueron duros, y sentimos mucha rabia porque se nos escapa de repente el oro de las manos, aunque luego te das cuenta que eres subcampeona de Europa y se te pasa todo".

A pesar de haber pasado varias horas tras la final, Paloma afirma: "Todavía no tengo claro lo que hemos hecho. Fue uno de los veranos más duros hasta el momento y la verdad es que lo voy asimilando poco a poco".

A pesar de haber llegado a la final, el camino de España en el torneo de Hungría no fue fácil. "Es cierto", prosiguió Paloma, "que hace dos años se notaba que había equipos que eran muy superiores a otros. Sin embargo. este año equipos que a priori no estaban entre los favoritos demostraron que tenían mucho nivel y que podían estar al nivel de los grandes".

Para Paloma González el verano fue intenso, porque primero disputó el Mundial Sub 17 finalizando España en sexta posición; y ahora el Europeo Sub 18 con el subcampeonato. "Lo más positivo que me llevo de esto", comentó la jugadora del Celta femenino, "son mis compañeras, que me lo paso súper bien con ellas y a pesar de la derrota en el Mundial con la U 17, creo que no hay que rendirse nunca porque al final siempre llega la recompensa. Como te decía antes fue un verano intenso, y hay que estar muy bien preparada mentalmente para poder llevar toda esta presión. Al principio sientes que todo va mal, que todo está en tu contra y que no puedes volver a empezar otra vez, pero sacas fuerzas, te lo pasas bien con tus compañeras y disfrutas haciendo baloncesto, que es lo que te gusta".

A pesar de encontrarse a muchos kilómetros de distancia de Vigo, Paloma estuvo en todo momento al tanto de lo que sucedía en su Celta y se mostró "altamente sorprendida y contenta con la plantilla que estamos haciendo. Creo que vamos a tener un buen equipo y esperamos hacer una buena temporada".

Pero eso será a partir del próximo mes de septiembre, cuando el equipo vuelva a los entrenamientos. Para Paloma, ahora lo único que hay en mente son las vacaciones.