El ambiente de la Liga San Miguel ya comienza a respirarse en Moaña. Con los balcones aún tímidos a la hora de mostrar las enseñas azules con las que se apoyará a la Mar do Con, las escuadras vascas y cántabras fueron llegando progresivamente a Moaña, en donde varias de ellas tienen montado su cuartel general. Es el caso de Urdaibai, que cuenta con un cicerone de auténtico lujo como es el veteranísimo Fernando Rúa, encargado ayer de guiar a los de Bermeo en tierra y apelando a su condición de moañés hoy para doblegar en el mar a Hondarribia.

También el técnico de Astillero y ex de Tirán, Dani Pérez, ha querido traer a los suyos a casa, y los cántabros durmieron en Moaña, al igual que lo hizo Ziérbena, mientras que Orio veló armas a pocos kilómetros, en un hotel de Cangas. Otros, en cambio, apostaron por dormir en localidades próximas o incluso en hacerlo más cerca de Boiro, en donde mañana se disputará la segunda jornada en aguas gallegas, organizada por Cabo de Cruz.

Con todo, el muelle de O Con registró un ambiente más propio de un día de regata que de uno normal. Y es que fueron varios los equipos que se acercaron hasta allí para realizar una sesión de entrenamiento que les permitiera desentumecer los músculos y, a la vez, irse familiarizando con la Ría en la que competirán hoy. Urdaibai, Zumaia y San Pedro coincidieron poco antes de que Tirán también realizase su obligada sesión de entrenamiento. Sin la tensión de las regatas por medio el ambiente fue jovial