"El objetivo es dejar la deuda a cero y seguir con el mismo trabajo que estamos haciendo en el plano deportivo". Así se expresa Salvador de la Torre a la hora de manifestar sus propuestas de cara al próximo año, en el que repetirá como presidente del Balonmán Bueu Atlético después de la asamblea del pasado viernes. De la Torre asume la responsabilidad después de que no hubiese aparecido ningún candidato, y gracias al apoyo recibido por parte de algunos socios, que decidieron integrarse en la directiva. En concreto han sido diez las personas que han entrado en el nuevo equipo, uniéndose a las seis que quedaban del anterior.

"La idea es que completemos el año que nos quedaba de legislatura y evitemos hacer una gestora. Y a ver si alguno de los que empieza ahora se va animando de cara al futuro", señala De la Torre, que avanza que en los próximos días se realizará la distribución de los cargos entre todos.

Por lo demás, el presidente quiere cerrar el trabajo de saneamiento económico llevado a cabo desde que asumió la dirección del club, primero al frente de una gestora y luego como presidente electo. "El año que viene empezaríamos prácticamente a cero. Podríamos haberlo liquidado este año, pero nos ceñimos al plan de pagos que hicimos y tampoco queremos que el funcionamiento del club se resienta demasiado", asegura.

Tras afianzarse la junta directiva uno de los primeros pasos será el de asegurar la estructura deportiva, comenzando por los entrenadores. "Empezaremos a hablar uno por uno, pero pensamos que seguirán todos. Queremos continuar con esta fórmula que tan buenos resultados nos ha dado en los últimos años", afirma. "Estamos muy contentos por la dedicación de los preparadores. Nosotros les dejamos actuar", añade.

La cabeza más visible de los técnicos es Irene Vilaboa, del que De la Torre se muestra convencido de su renovación. "Va a seguir. Salvo que aparezca una superoferta estará con nosotros, y con ella el resto de su equipo", adelanta. Una vez siga la entrenadora habrá que montar el equipo, en base a la filosofía de la entidad, es decir, formado en un casi cien por cien por jugadores de la casa.

Los dos casos más complicados son los de David Iglesias y Chema. El primero de ellos ha despertado el interés de varios equipos, que deben no solo convencer al jugador sino negociar con el club. En el caso de Chema, se plantea retirarse, aunque podría reconsiderar su postura si Vilaboa se lo pide.