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balonmano - Liga Asobal

Fernando Eijo, entre algodones

El pivote sufrió un pinchazo en la espalda ante el Go Fit Sinfín y es duda para el sábado

Una acción defensiva del Frigoríficos en el partido ante el Go Fit Sinfín. // Alberto Aja/El Diario Montañés

El estado físico de Fernando Eijo es la principal preocupación en un Frigoríficos del Morrazo que confía en recuperar a su capitán de cara al partido del próximo sábado ante el Globalcaja Ciudad Encantada. El pivote vigués sufrió un pinchazo en la espalda durante la segunda parte del encuentro ante el Go Fit, una lesión que le obligó a retirarse a vestuarios en el minuto 45, y que le impidió regresar a pista a poder ayudar a sus compañeros.

Eijo no participó en la sesión de entrenamiento que ayer llevó a cabo el conjunto cangués y está siendo tratado de manera intensiva por la fisioterapeuta del club, Iria Santomé. Todo apunta a que hoy también pueda descansar, pero el técnico del Cangas, Víctor García, "Pillo", confía en poder recuperarlo de cara al choque del sábado. Los antecedentes con Eijo y sus problemas de espalda permiten ser optimistas con una pronta recuperación.

Lesión aparte de Eijo, Pillo se mostró preocupado por los inicios de partido de los suyos en las últimas jornadas. "Ya salimos fríos en Huesca, ante Guadalajara y el otro día. Quizás nos está faltando la tensión e intensidad necesarias para los arranques. Y cuando juegas fuera de casa luego cuesta muchísimo remontar", subraya el preparador de los de O Morrazo. Sin embargo, los cangueses aún pudieron apretar a su rival poniéndose a un solo gol en la segunda mitad del choque, "pero no hubo un arbitraje ecuánime y cometimos más errores de los habituales".

Defensivamente, la solidez del Frigoríficos no apareció en ningún momento. "No estuvimos bien ni en defensa ni en portería. Fue un partido muy flojo y también echamos de menos a Eijo en los 15 minutos finales", relata. La conexión entre Álex Álvarez y Lon fue definitoria, casi tanto como la de los porteros del Go Fit Sinfín. "En la primera parte hicieron 8 paradas y en la segunda 13. Eso suman 21, mientras que nosotros solo hicimos 8, aunque también es cierto que sus lanzamientos eran muy claros, casi todos de seis metros", añade.

Otra de las cuestiones que destaca Pillo fue el de la señalización de las faltas en ataque, con un criterio absolutamente diferente en las dos áreas. "Los primeros minutos fue de escándalo. El problema es que estamos convirtiendo el balonmano en un teatro, donde se prima más fingir, simular goles que jugar, y los árbitros pitan mucho de oído", señala. La situación es más grave porque "los jugadores lo saben y nosotros no somos tan pillos en ese tema. Al menos yo no lo entreno, no lo hablamos, pero a lo mejor vamos a tener que hacerlo". Y es que en Santander, "en el inicio con cada contacto ellos caían al suelo como si hubiese francotiradores".

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