Ganar. Ése es el único resultado en el que piensa el Alondras para el fundamental partido que esta tarde (12 horas, terreno de juego de Covadonga) afronta ante el Roces en la última jornada de competición liguera en la División de Honor Juvenil. Y es que la victoria es el resultado que asegura a los cangueses, pase lo que pase en otros campos, continuar una temporada más en la máxima categoría del fútbol juvenil nacional.

El triunfo de la semana pasada ante el Bansander ha alimentado las esperanzas del equipo entrenado por Javi Tenorio y José Manuel Duarte. Aunque los cangueses ocupan plaza de descenso (son decimoterceros con 30 puntos en su casillero), el enfrentamiento directo entre Tropezón (32) y Llano 2000 (30 puntos) provoca que, si gana, adelanta al menos a uno de los dos, salvándose de la quema. La derrota lo condenaría irremisiblemente al descenso a la Liga Nacional y un empate lo haría depender del duelo Tropezón-Llano 2000, ya que necesitaría un triunfo de los primeros para salvarse.

Los morracenses tendrán enfrente a un Roces situado en la octava plaza, en la zona tranquila y alejado de los puestos de peligro. Mantener el nivel defensivo y aprovechar las ocasiones de gol que se puedan generar será la clave.