Virtualmente eliminado de la Copa del Rey, el Frigoríficos del Morrazo redefine sus objetivos mientras trata de lamer las heridas de Pamplona. La dolorosa derrota ante el Anaitasuna, pero sobre todo el mal partido realizado, obligan a una reacción inmediata y a apostar claramente por la Liga. Eso sí, el equipo quiere utilizar el choque de vuelta de Copa de mañana como trampolín para ese nuevo horizonte. La meta ahora es la cuarta plaza, ocupada ahora mismo por el Ademar con 27 puntos, tres más que los cangueses, que son sextos.

"Estamos vivos en Liga y hay que ir a por el cuarto puesto", afirma Víctor García, "Pillo". El entrenador del Cangas subraya que "este mes aún tenemos dos partidos importantes ante Granollers y Huesca en los que tenemos que sacar algo positivo". Pero para llegar en las mejores condiciones a esos duelos -tanto anímicas como de juego- es necesario romper con el pasado, con ese pasado en el partido de Pamplona. Y la mejor y más rápida manera de hacerlo es mañana en O Gatañal de nuevo ante el Anaitasuna. "Queremos cambiar la imagen y no ser un equipo tan fácil y previsible como el de Pamplona. Podemos acabar perdiendo porque ellos son un gran conjunto, pero de otra forma", añade. La clave para Pillo es recuperar las señas de identidad del Frigoríficos del Morrazo. "Tenemos que ser nosotros mismos. Siempre hemos sido un equipo correoso, compacto, difícil de ganar", señala, unas cualidades que hay que recuperar para los próximos meses de competición.

Pillo asume los errores cometidos. "Hicimos un partido muy flojo. En el primer tiempo aguantamos 20 minutos, pero en la segunda parte estuvimos mal", relata. La hemorragia se centró en el aspecto ofensivo, en donde los errores se multiplicaron y la fluidez brilló por su ausencia. "Nos mató el ataque. Regalamos balones de modo infantil, todo el mundo", dice. La estadística es mucho más clarificadora: El Cangas recibió 14 contragolpes, entre acciones directas y de segunda oleada, una cifra absolutamente insostenible para un conjunto que quiere ganar. "Hicimos 38 ataques y ellos 54. El problema es que no los acabamos y nos mataron a la contra", afirma.

Recuperar la chispa en ataque es la prioridad, toda vez que la defensa y la portería estuvieron a un buen nivel. "El problema no fue la defensa y Yeray [Lamariano] fue el mejor", apunta Pillo, que recuerda que "cuando pido tiempo muerto con 12-8, de los 12 goles ellos habían marcado 7 de contragolpe y en ataque posicional estaban teniendo problemas". En todo caso, Pillo subraya que "esto hay que cambiarlo. No podemos perder mostrando esta endeblez en casa". El próximo examen de los cangueses será mañana en la vuelta de la Copa del Rey.