Alondras y Ribadumia disputan esta tarde (17 horas, campo de A Senra) una auténtica final por la tranquilidad en la Tercera División. Separados por solamente dos puntos, ambas escuadras buscan los puntos necesarios para poner distancia con respecto a la zona de descenso y para poder coger algo de aire en la recta final de una temporada que está resultando especialmente complicada para los cangueses.

La igualdad en la categoría está comenzando a apretar de forma considerable la zona de descenso, de la que el cuadro que dirige Jacobo Montes está a cuatro puntos. Sin embargo, el hecho de que tanto Celta B como Compostela ocupen puestos de descenso en Segunda B hace que los arrastres puedan elevar a hasta seis los conjuntos que den con sus huesos la próxima campaña en Preferente. Y esa es una de las posiciones que precisamente ocupa el rival de esta tarde de los de O Morrazo, lo que da muestra de la importancia del encuentro.

Las ausencias volverán a ser protagonistas en un Alondras muy castigado a lo largo de todo el año en este sentido. Jacobo Montes volverá a echar en falta a hombres importantes como Andrés o Berros, y a estar muy pendiente de un cuadro juvenil del que ha tenido que echar mano en las últimas semanas. Sin embargo nada de ello deberá ser excusa ante uno de los partidos marcados en rojo en el calendario. El preparador de los rojiblancos ha insistido durante la semana en la necesidad de extrapolar la buena imagen ofrecida en los últimos tres partidos en casa a los que se juegan lejos de O Morrazo. Ganar supondría asestar un golpe importante a un rival directo y adquirir un pequeño colchón de puntos para manejarse con mayor tranquilidad. Sin embargo, el Ribadumia viene de una muy buena racha que le ha llevado a perder únicamente uno de los últimos nueve enfrentamientos que ha disputado.