Mientras Firi apuntala la parte ofensiva del Domaio, la preocupación de Aurelio Estévez se centra en la búsqueda de soluciones para frenar la sangría de goles recibidos esta temporada. El 3-4 de la derrota ante el Sanxenxo fue una nueva demostración de la dinámica de esta campaña, como señaló el propio entrenador. "Es la historia de cada partido. Encajamos dos goles de falta y otro de penalti. Teníamos el partido controlado y en una cesión nos lo complicamos con un penalti bastante discutible", relata.

El técnico destaca la reacción de los suyos en el segundo tiempo después de irse al descanso con 1-2 y tras haber fallado una pena máxima que hubiese supuesto la igualada Los locales le dieron la vuelta al marcador con el 3-2. "Pero de nuevo en una falta lateral nos empatan y luego las ansias por querer ganar provocaron que encajásemos el 3-4 definitivo en un balón que entra casi llorando", dice.