Cerrar la primera vuelta con 15 puntos en su casillero -para lo cual debería ganar al colista Poio este fin de semana- es el objetivo de un Servi-Auto Bueu Atlético que navega por la zona tranquila de la Primera Nacional. La escuadra que dirige Irene Vilaboa es octava, lejos de las apreturas clasificatorias de temporadas anteriores y va camino de superar su mejor registro de los últimos años. Con todo, en el seno del club buenense son optimistas y confían en su tradicional fortaleza en las segundas vueltas de competición.

"Hemos dado un salto de calidad, que era lo que queríamos. Nuestro salto este año es colocarnos en la zona media, porque no podemos pretender pasar de estar en los últimos puestos a ser primeros", afirma la entrenadora de los de O Morrazo. El octavo puesto parece el techo del equipo, toda vez que cinco puntos lo separan del sétimo, un OAR Coruña que disputa otras batallas diferentes a las del Servi-Auto Bueu. "Ese puesto está bien, porque hay mucha distancia con respecto al séptimo, pero no renunciamos a disputarle los puntos a cualquiera", señala Vilaboa, antes de advertir que "nuestro equipo es de segundas vueltas".

El Poio, que aún no se ha estrenado esta temporada, es el último escollo para el Servi-Auto antes de que finalice la primera vuelta. Ganando sumaría 15 puntos, o lo que es lo mismo, se situaría muy cerca de los 18 que consiguió la pasada campaña en toda la Liga. Un dato que habla bien a las claras del salto de calidad que se ha dado este año. "Hemos mejorado y en esta Liga cualquier puede ganar a cualquiera", resume Vilaboa. El mejor ejemplo fue su victoria de hace unas semanas en la cancha del que hasta ese momento era el líder de la categoría, el Construcciones Castro Chapela.

La entrenadora de los buenenses confía plenamente en los suyos, pero anuncia un necesario periodo de adaptación en el arranque de la segunda vuelta. "Intentaremos introducir variantes tácticas. Queremos tener más opciones. No tenemos a ningún jugador que nos asegure 10 goles por partido, así que hay que meter más trabajo táctico para poder sorprender a los rivales", afirma.

La madurez ha llegado a un equipo que ha tenido que reinventarse en las últimas temporadas al no poder acceder a un mercado cada vez más caro y exiguo. El vuelco en la cantera y la adaptación de jugadores a posiciones que no eran inicialmente las suyas empiezan a dar sus frutos. "Andrés lleva tres semanas jugando como lateral izquierdo y su progresión sigue siendo muy buena. Y David Iglesias Freire es uno de nuestros mejores defensores", señala Vilaboa. En cuanto a los jóvenes, el lateral David Iglesias y Brais se han visto acompañados por la presencia de hombres como el pivote juvenil Chema o el extremo José, entre otros.