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remo olímpico

Un moañés en el banco móvil

Rodrigo Conde es, con 18 años, uno de los integrantes de la selección nacional

El remero Rodrigo Conde, ayer, en su Moaña natal. // Santos Álvarez

"No es el principal objetivo y los Juegos de Río de Janeiro son demasiado pronto, pero si se presenta la oportunidad no la vamos a despreciar". Así de contundente se muestra Rodrigo Conde, moañés integrante de la selección española de remo olímpico, ante una temporada ilusionante en la que abandona la edad juvenil para dar el salto a la categoría superior, en donde competirá en la modalidad de Peso Ligero, reservada para los deportistas de menos de 72,5 kilos.

Conde cumple su segunda temporada en Sevilla, con la idea de ganarse plaza en alguno de los barcos de equipo que se montarán este año. Lo hará con el bagaje de haber conseguido una sexta plaza en el Mundial Junior del pasado verano en Río con el Cuatro sin Timonel, repitiendo el puesto logrado en 2014 con el Ocho con Timonel. El Campeonato de España de Remoergómetro del 30 de enero "es mi meta a corto plazo". De ahí y de otras pruebas que se irán realizando durante las concentraciones, los técnicos elegirán a los integrantes de los diferentes barcos en las categorías sub 23 y absoluta. El barco al que inicialmente opta Rodrigo Conde es de nuevo el Cuatro Sin Timonel, pero no descarta hacer doblete "y entrar en el Doble Scull. Ahí tenemos una opción si el barco va rápido. Eso sería una meta aún mayor".

Buscar medalla en el Campeonato de España de Peso Ligero también es uno de los deseos que ronda en la cabeza del deportista morracense, que aspira a "estar lo más arriba posible en las diferentes pruebas, compitiendo con los absolutos [él entra en la categoría sub 23]. Lo cierto es que España, con solo un barco clasificado para los Juegos en los últimos Mundiales -el Dos Sin Timonel de peso pesado-, aspira a situar más representantes en la repesca olímpica del próximo mes de mayo, pero sobre todo a formar una buena base de futuro, en la que el moañés parece tener un puesto asegurado.

Formado en Tirán, en donde consiguió éxitos tanto en bateles como en campeonatos de remoergómetro hasta 2012. Después militó dos campañas en el Real Club Náutico de Vigo y la última estuvo en Robaleira. "El banco fijo y el banco móvil son dos mundos diferentes. Se nota mucho cuando pasas de uno a otro", admite. También a nivel de repercusión. "Ya no estamos hablando de poder ir a unos Juegos Olímpicos, sino de acudir a un Campeonato del Mundo. Es una sensación muy satisfactoria", explica el remero.

Su experiencia en Sevilla está resultando satisfactoria. "Pensé que lo llevaría peor, pero estoy muy a gusto, aunque evidentemente siempre echas de menos a la familia. Los resultados acompañan así que todo es perfecto", relata. Su día a día comienza con un entrenamiento de cardio (bicicleta, remoergómetro o remo) antes del desayuno. Después va a clase, come, duerme la siesta, vuelve a entrenarse y de nuevo a cama.

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