El Frigoríficos del Morrazo cerrará 2016 como un año de ensueño en el que no ha parado de batir récords y en el que ha escrito las páginas más brillantes de su historia. La última de ellas la hizo el pasado fin de semana con su presencia en la Copa Asobal. A pesar de la lógica derrota ante la mejor escuadra del mundo, los cangueses se convirtieron en el único equipo junto al propio Barcelona y al Naturhouse La Rioja, que ha estado o está presente en las cuatro principales competiciones: Liga Asobal, Copa del Rey, Copa Asobal y en Europa (Champions en el caso de catalanes y riojanos y Copa EHF en el de los gallegos).

La omnipresencia de los de Víctor García, "Pillo", los ha llevado a disputar 19 partidos oficiales en lo que va de temporada (15 de Liga, uno de Copa del Rey, uno de Copa Asobal y dos de Copa EHF), todo un hito en un club acostumbrado a sufrir en Liga y a caer en las primeras rondas de la Copa del Rey, y a que Europa o la Copa Asobal no pasasen de ser un sueño. "Ha sido una locura, pero bendita locura. La única pena es que se nos ha hecho muy largo todo, pero lo cierto es que el tema tiene enjundia. Ser junto a los dos grandes los únicos en jugar todas las competiciones es un motivo más para estar satisfechos por la primera vuelta", señala el preparador del conjunto cangués. El técnico no puede ocultar su alegría por lo conseguido, pero también incide en que "a veces no es que falten las palabras para describirlo, sino que lo importante es que la gente perciba que esto cuesta muchísimo, y hace falta calidad y mucha mejora. Parece que es natural ganar y jugar bien. Y me rebelo contra eso. Nos ha costado mucho".

Lo cierto es que con 21 puntos en su casillero, el Frigoríficos tiene la permanencia prácticamente asegurada. "La proyección a dos vueltas con 42 es una burrada, pero es que incluso con una mala segunda vuelta estamos en disposición de batir el récord de puntos del equipo", recuerda Pillo. Esa cifra fue la que se logró la anterior temporada, con un total de 32. "Con 11 puntos más estaremos ahí, pero esto funciona por rachas y hay que ver cómo van las cosas para poder firmar una nueva temporada histórica", señala.

La mentalidad con la que se afrontará la segunda vuelta no difiere en exceso de la que ha triunfado durante toda la primera: tranquilidad y pensar únicamente en el siguiente partido. "No podemos hacer castillos en el aire. Es cierto que siempre hay presión, pero en este caso tenemos presión positiva para poder jugar con desparpajo y alegría", afirma Pillo, que admite que "yo siempre espero que los jugadores mejoren y que el equipo consiga más consistencia y madurez, pero tampoco esperaba que pudiese sucedernos algo así".