Derbi a cara de perro entre Cisne y Academia Octavio, dos rivales directos en los últimos puestos de la clasificatoria, que resultó tremendamente entretenido y muy apretado. Los locales jugaron mejor en el comienzo y eso les sirvió para adquirir una renta el Octavio remontaría, pero sufriendo mucho desgaste. La segunda comenzó con igualdad en el marcador pero nuevamente el Cisne estuvo mejor en esos primeros minutos y volvió a coger una distancia que esta vez los visitantes no podrían neutralizar. El Octavio se descuelga como colista, ya a dos victorias de la zona de permanencia. Al contrario de lo que ha pasado el resto de la temporada, el equipo produjo mejor en ataque que en defensa, pero volvió a perdonar en muchas situaciones claras de lanzamiento.

El crucial derbi dio inicio a fuerte ritmo. Un parcial de 4-0 obligaba al banquillo visitante, dirigido por el lesionado Cerillo, a agotar su primer tiempo muerto (6-2). El olfato de Iglesias sostenía al Octavio, que seguía pasándolo muy mal en el ataque estático. Otro parcial de 3-0 aumentaban la diferencia a cinco goles (9-4) al cuarto de hora.

El Octavio reaccionó entonces, creciendo sobre las paradas de Lloria, aunque el Cisne se agarraba al habilidoso extremo local Ramón Gil y a un inteligente y letal Rial. Un gol de Borja Méndez casi sobre la bocina ponía el 14-13 al descanso.

Juan Carlos Quintas empató el resultado a la vuelta de vestuarios. Fue la primera y última igualdad desde el 2-2. Acto seguido contestaba el Cisne con dos goles consecutivos del estilete Rial, que se colaba una y otra vez por el costado. En los siguientes minutos se vieron interesantes detalles tácticos con dos entrenadores interviniendo constantemente. El Octavio aprovechó el buen momento de Quintas y siguió alimentando al pivote (18-17).

A la vuelta a pista tras un tiempo muerto local las defensas siguieron siendo duras y el marcador siguió marcando mínimas ventajas locales. El Octavio malogró varias ocasiones de empatar. El Cisne supo interpretar mejor el momento y defendió con fuerza combinando ataques rápidos con otros más elaborados. El Academia no consiguió acercarse y murió desgastado físicamente sin poder llegar a la orilla.