"Esa acción no pretendía ser una falta de respeto al equipo ni a la afición" del Frigoríficos, se esmeró en aclarar el técnico macedonio, quien insistió en que su única motivación era ganar el partido y para ello pretendía organizar una última jugada que pudiera terminar en gol y desequilibrar el marcador. Shundovski recordó que ya había anunciado a la prensa que no venía a Cangas a defender el marcador logrado en su cancha, a conservar la ventaja, sino a ganar el encuentro, y ese objetivo es legítimo y se enmarca en el respeto que le tienen al club rival y también a su afición, a la que alabó. "Nos hemos enfrentado contra ocho jugadores", dijo para definir el papel del público, muy entregado durante todo el encuentro y que "apretó muchísimo" en los que se suponían momentos decisivos del choque, aunque ese apoyo no fue suficiente.

También se refirió a la polémica del tiempo muerto el jugador español Javier Humet, que milita en las filas rumanas. Aseguró que en Rumanía son habituales ese tipo de acciones cuando de lo que se trata es de ganar el partido, coincidió con su entrenador en que, al margen del resultado, sirven de ensayo para próximos partidos en los que se jueguen algo más y disculpó las formas del segundo entrenador rumano, que se encaró con el público, y que atribuyó a la emoción.