El sueño europeo del Frigoríficos del Morrazo se pone muy cuesta arriba. El conjunto cangués cayó de forma contundente (31-24) ante el CSM Bucuresti en el encuentro de ida de la tercera eliminatoria de la Copa EHF, rompiendo de forma cruel su impoluta racha de ocho victorias consecutivas en Liga. Los rumanos parecen tener la clasificación muy encarrilada, pero nada se puede dar por seguro cuando enfrente está un Cangas acostumbrado a hacer historia y que además contará con el apoyo de O Gatañal.

El miedo escénico por el que suponía el debut en competición continental para el grueso de la plantilla morracense superó la lógica ilusión por el reto. De otro modo no puede explicarse el juego de un Frigoríficos que no se encontró cómodo sobre la pista en ningún momento y que fue ampliamente superado por el cuadro dirigido por Zvonko Shundovski. Y eso que el Cangas no entró del todo mal en el partido, aguantando el intercambio de goles que proponía un CSM Bucuresti que apostó por un alto ritmo de juego.

Defensa 3.2.1

Pillo planteó una defensa 3.2.1 para dificultar las evoluciones de una primera línea local poderosa en el lanzamiento exterior, como posteriormente demostraría. Sin embargo, lo cierto es que a los rumanos no les hizo falta elaborar demasiado sus ataques. Su apuesta fue por la velocidad, tanto con los contraataques en segunda oleada como con el saque rápido de centro, logrando unos inesperados réditos que obligaron al técnico visitante a solicitar tiempo muerto cuando apenas habían transcurrido siete minutos (6-4). Para entonces, Adrián, indispuesto, ya se había ausentado unos minutos de la cancha y Pillo optaba por el 6.0. Poco importaba, porque la falta de frescura de ideas en ataque echaba más gasolina al incendio que el CSM Bucuresti provocaba al contragolpe, con el pivote Novanc y Negru ampliando diferencias (10-5, minuto 15).

El Cangas mejoraba su repliegue defensivo, pero el cuadro de Shundovski encontraba una nueva vía para hacer daño: Javier Humet. El español comenzó a soltar el brazo y a castigar desde la distancia. Pillo pedía nuevo tiempo muerto (14-7, minuto 21) para reclamar a los suyos un juego más táctico. El Frigoríficos mejoró por momentos, encontrando a una acertado Moisés en el extremo izquierdo y recortando (17-13, minuto 28, con tiempo del preparador local). Marijanac incrementó la renta al descanso y Iancu se encargó de abortar las intentonas de Adrián y Suso Soliño.

Recortar diferencias

La exclusión de Novanc en el arranque del segundo tiempo dio esperanzas al Frigoríficos, que se puso a cuatro (18-14) pero los árbitros, muy permisivos con la defensa local, obviaron un par de acciones claras de falta para regalar dos contragolpes a los locales, que volvieron a abrir hueco (21-14). Por si fuera poco emergió la figura de Iancu bajo palos. El joven meta amargó a los lanzadores cangueses, mientras Milosevic entraba en estado de gracia y martilleaba desde 9, 10 y 11 metros. El CSM Bucuresti se disparaba en el electrónico (26-16, minuto 45, con nuevo tiempo de Pillo). El Frigoríficos planteaba un 4.2 y luego un 5.1 con Rubén como punta de lanza y en ataque David García parecía despertar (29-21, minuto 54 con tiempo muerto de los locales).

Quedaba la recta final y la suerte parecía sonreír por fin a los cangueses. Lamariano detenía un penalti a Negru y este jugador era excluido en la acción posterior. Suso Soliño ponía el 29-22 pero Constantinou sorprendía en inferioridad (30-22). Muratovic anotaba antes de ser excluido y los colegiados, muy caseros a lo largo de todo el choque, maquillaban sus estadísticas con dos exclusiones consecutiva al CSM Bucuresti en el último minuto. Soliño ponía el definitivo 31-24 desde los siete metros y cerraba un partido discreto del conjunto cangués.